Dominique Pelicot: ¿Por qué se suspendió el juicio por drogar y organizar violaciones a su esposa?
«Estamos como rehenes desde hace ocho días, porque si lo hubieran atendido desde el principio, no estaríamos en esta situación», comentó su letrada.
El juicio de Dominique Pelicot, acusado de drogar a su esposa para que fuera violada por decenas de desconocidos en Francia, sufrió un nuevo retraso este lunes debido al estado de salud del acusado. Pelicot, de 71 años, enfrenta cargos graves por estos delitos, que presuntamente ocurrieron entre 2011 y 2020, pero su salud ha sido un obstáculo para el avance del proceso.
El tribunal de Aviñón se vio obligado a aplazar la audiencia después de que la abogada de Pelicot, Béatrice Zavarro, informara que su cliente seguía enfermo, presentando complicaciones de cálculos renales, una infección y problemas de próstata. A pesar de su ausencia, Pelicot ha manifestado su deseo de testificar cuando su estado lo permita.
Este juicio, muy seguido en Francia y otros países, ha generado controversia, sobre todo por las repetidas suspensiones debido a la enfermedad del acusado. Los abogados de las partes civiles, incluidas la exesposa de Pelicot, Gisèle Pelicot, y sus hijos, han expresado frustración por el retraso, calificándolo de «anormal» y exigiendo que se garantice la presencia del acusado para avanzar en el caso.
El caso de Gisèle ha movilizado a miles de personas en Francia, quienes ven en este proceso un símbolo de la lucha contra la violencia sexual y el uso de drogas para cometer agresiones, una práctica conocida como sumisión química. En apoyo a la víctima, el pasado sábado, más de 10.000 manifestantes tomaron las calles de varias ciudades del país, coreando «todas somos Gisèle».
Gisèle, quien rechazó que el juicio se celebrara a puerta cerrada, ha sido clara en su mensaje: busca que la «vergüenza cambie de bando» y dedicar su lucha a todas las víctimas de violencia sexual en el mundo, afirmando que «no están solas». El proceso, que involucra a otros 50 hombres acusados de violación, podría definir nuevas pautas sobre el consentimiento y el uso de drogas en Francia.