Detenido confiesa que enterró cuerpo de periodista británico y experto brasileño en la Amazonía
El sospechoso Amarildo da Costa de Oliveira «narró con detalles el crimen cometido e indicó el lugar donde había enterrado los cuerpos», un lugar de «muy difícil acceso» selva adentro, dijo Eduardo Alexandre Fontes, jefe de la Policía Federal en el estado de Amazonas, en el norte de Brasil.
Uno de los dos detenidos por la desaparición del periodista británico Dom Phillips y el experto indigenista Bruno Pereira en la Amazonía brasileña confesó haber enterrado sus cuerpos en la selva, informó el miércoles la policía, que halló restos humanos en el lugar.
El sospechoso Amarildo da Costa de Oliveira «narró con detalles el crimen cometido e indicó el lugar donde había enterrado los cuerpos», un lugar de «muy difícil acceso» selva adentro, dijo Eduardo Alexandre Fontes, jefe de la Policía Federal en el estado de Amazonas (norte de Brasil).
«Por la confesión y el lugar señalado, hay grandes posibilidades» de que los cadáveres correspondan a Phillips y Pereira, «pero solo estaremos seguros después de las pruebas» de identificación, añadió Fontes.
Oliveira, detenido la semana pasada, condujo este miércoles a la policía hacia el lugar donde dijo haber enterrado los cuerpos, no muy lejos de la ciudad de Atalaia do Norte, adonde se dirigían el reportero y el experto antes de desaparecer el 5 de junio.
Las investigaciones continúan para determinar las circunstancias y la motivación del crimen, así como el papel exacto de Oliveira.
«Hubo un enfrentamiento, en principio (Oliveira) alega que (murieron) por arma de fuego», dijo Fontes, sin dar más detalles.
La policía también mantiene bajo arresto a Oseney da Costa de Oliveira, conocido como «Dos Santos», detenido el martes, y no descarta nuevas detenciones.
Aunque «Dos Santos» niega haber participado en el crimen, «tenemos pruebas en su contra y tenemos indicios respecto a otra (tercera) persona, que estamos investigando», dijo Fontes.
Colaborador del periódico The Guardian, Phillips, de 57 años, había emprendido una expedición para preparar un libro sobre la preservación del medio ambiente en la Amazonía.
Pereira, un experto de la agencia del gobierno brasileño para asuntos indígenas (Funai), estaba haciendo de guía a Phillips en esta región peligrosa del Valle de Javarí, una zona estratégica para los narcotraficantes en la que también operan mineros, pescadores y madereros ilegales.
Activo defensor de las comunidades indígenas, Pereira había recibido amenazas de estos grupos criminales que invaden las tierras protegidas para explotar sus recursos.
La Unión de Pueblos Indígenas del Valle de Javarí (Univaja), cuyos miembros auxiliaron en las búsquedas, calificó de «crimen político» el asesinato, pues ambos eran «defensores de los derechos humanos».
Univaja recordó que ya habían alertado a las autoridades sobre la presencia de grupos de pescadores y cazadores ilegales vinculados a narcotraficantes, «pero no fueron tomadas medidas con la debida rapidez. Por eso hoy asistimos al asesinato de nuestros compañeros Pereira y Phillips».
«Cuando las Fuerzas Armadas y la prensa se vaya de Atalaia do Norte, ¿qué ocurrirá con nosotros? ¿Seguiremos viviendo bajo amenazas?», cuestionó la organización.
«Fin a la angustia de no saber»
La esposa del reportero, la brasileña Alessandra Sampaio, dijo que aunque todavía aguarda las «confirmaciones definitivas», se trata de un «desenlace trágico» que «pone fin a la angustia de no saber el paradero de Dom y Bruno».
«Hoy empieza nuestra jornada en busca de justicia. Espero que las investigaciones agoten todas las posibilidades y traigan respuestas definitivas», dijo Sampaio en un comunicado.
Tras una intensa búsqueda, las autoridades habían hallado un rastro de sangre en una embarcación de Amarildo Oliveira y material «aparentemente humano» que era analizado en Brasilia.
También hallaron pertenencias personales como ropa y calzado.
El presidente Jair Bolsonaro había dicho esta semana que fueron halladas «vísceras humanas flotando en el río», aunque esa información no fue confirmada por la Policía Federal.
Bolsonaro calificó la incursión de Phillips y Pereira como una «aventura no recomendable» y este miércoles dijo que el reportero era «mal visto» en la región amazónica por su labor informativa sobre las actividades ilegales como la minería.
«Ese inglés era mal visto en la región, porque hacía muchos reportajes contra los mineros ilegales, [sobre] el tema ambiental», declaró el mandatario ultraderechista en una entrevista.
«La comunidad de Corresponsales Extranjeros en Brasil se encuentra en shock y consternada (…) Eran dos profesionales muy experimentados, competentes y con una pasión en común: la selva amazónica y la defensa de los pueblos indígenas», dijo en un comunicado la Asociación de Corresponsales de Prensa Extranjera en Brasil (ACIE).
La desaparición de Phillips y Pereira suscitó una ola de solidaridad internacional y encendió nuevamente críticas contra el gobierno de Bolsonaro, acusado de alentar las invasiones de tierras indígenas y de sacrificar la preservación de la Amazonía para su explotación económica.