‘De acá es imposible fugarse’: así es la megacárcel de Nayib Bukele en El Salvador
Se trata del polémico símbolo de la política de seguridad que hizo el presidente salvadoreño.
El Polémico Símbolo de la Política de Seguridad del Presidente Salvadoreño
En un imponente escenario de concreto ubicado a una hora de San Salvador, se alza el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), una instalación monumental que encarna la política de seguridad del presidente Nayib Bukele en El Salvador. Este complejo, inaugurado por el propio Bukele el 31 de enero de 2023, se erige como un símbolo tangible de la mano dura implementada por el gobierno para enfrentar a las pandillas que durante mucho tiempo sembraron el terror en el país centroamericano.
El Cecot alberga a los presuntos pandilleros más peligrosos, quienes, según las autoridades, pertenecen a las temidas pandillas Mara Salvatrucha 13 (MS-13) y las dos facciones de Barrio 18. La inauguración de esta megacárcel marcó un hito en la estrategia de Bukele, consolidando su popularidad entre los salvadoreños, quienes lo reeligieron con un amplio margen en los comicios recientes, otorgándole más del 90% de aprobación.
Sin embargo, detrás de las altas cifras de aprobación se esconde una creciente preocupación por posibles violaciones a los derechos humanos. Los presos del Cecot, recluidos en un régimen de excepción que limita sus derechos constitucionales, han sido objeto de intensas críticas por las condiciones extremas en las que se encuentran.
Los visitantes de la megacárcel se enfrentan a una escena desoladora: presos con la piel pálida y enflaquecida, confinados en un entorno oscuro y aséptico, lejos de la luz natural. El uniforme blanco que visten contrasta con los tatuajes que adornan sus cuerpos, marcando su afiliación a las pandillas y sus oscuros antecedentes delictivos.
El Cecot se presenta como una fortaleza impenetrable, rodeada por altos muros y vigilada por un ejército de agentes encapuchados. La infraestructura, diseñada para contener hasta 40.000 reclusos, se extiende sobre un vasto terreno equivalente a 236 manzanas, con torres de control, circuitos de cámaras de vigilancia y alambrado electrificado que refuerzan su seguridad.
Para los partidarios de la política de mano dura, la imagen de presos blancos y flacos es un símbolo de la supuesta derrota de las pandillas y el restablecimiento del orden en los centros penitenciarios. Sin embargo, para muchos críticos, esta aparente victoria sobre el crimen organizado ha venido acompañada de un alto costo en términos de derechos humanos y justicia.
A pesar de las controversias que rodean al Cecot, las autoridades salvadoreñas defienden su existencia como un paso necesario en la lucha contra la criminalidad. Sin embargo, para muchos, esta megacárcel representa no solo la dureza del régimen de Bukele, sino también los desafíos pendientes en materia de respeto a los derechos fundamentales y la reinserción social de los presos.