Crimen de dos hermanas impacta a Brasil: en videollamada, preso habría guiado el homicidio
Las hermanas fueron secuestradas y torturadas antes de ser asesinadas. Su hermano y el novio de una de ellas también resultaron víctimas. Autoridades de Brasil investigan si una foto desató todo.
El brutal asesinato de las hermanas Rayane y Rithiele Alves Porto ha conmocionado a Brasil debido a la violencia extrema con la que fueron ejecutadas el 18 de septiembre de 2024. Ambas jóvenes, de 25 y 28 años, dirigían un circo y fueron secuestradas junto a su hermano y el novio de una de ellas después de asistir a una fiesta.
Según informes, los secuestradores torturaron a las víctimas antes de matarlas. El novio de Rithiele logró escapar tras ser torturado y acudió a la Policía, lo que permitió que las autoridades localizaran la casa donde estaban retenidos los hermanos. El hermano de las jóvenes fue hallado vivo pero gravemente herido, con mutilaciones en una oreja y un dedo. En otras habitaciones de la casa, la Policía encontró signos de tortura, como mechones de pelo y dedos cortados, antes de descubrir los cuerpos sin vida de las hermanas.
Una de las revelaciones más perturbadoras es que el crimen habría sido guiado por un preso desde el Penal Central del Estado en Cuiabá, quien, a través de una videollamada de tres horas, habría dado instrucciones a sus cómplices sobre cómo torturar a las jóvenes. El teléfono celular utilizado por el reo fue encontrado en su celda, y un total de once personas han sido detenidas en relación con el caso. Enfrentan cargos de homicidio doloso, tortura, tentativa de homicidio y lesiones corporales.
Las autoridades manejan varias hipótesis sobre el motivo detrás de este crimen. Inicialmente, se creyó que se trataba de un secuestro extorsivo, ya que los criminales exigían dinero a cambio de la liberación de las víctimas. Sin embargo, también se está investigando si el asesinato tuvo un trasfondo político, ya que Rayane era candidata a concejal por el partido Republicano. Otra posible motivación está relacionada con una foto en la que las hermanas aparecían haciendo un gesto asociado con la organización criminal Primeiro Comando de Capital (PCC).
El caso ha generado una profunda indignación y debate en Brasil sobre la creciente violencia y el control que las organizaciones criminales ejercen en el país.