Ciudades en México empiezan a entrar en pánico por la escasez de combustibles tras decisión del Presidente
El nuevo mandatario mexicano, Andres Manuel López Obrador (AMLO), arrancó su gestión declarándole la guerra al robo de combustibles que se da en los oleoductos en su país y que PEMEX, compañía estatal encargada de su distribución, no tiene el mínimo registro de estos robos, pero según datos oficiales, el robo de combustibles le provoca al estado unas pérdidas de 60.000 millones de pesos al año, unos US$3.000 millones.
Medida presidencial extrema
Por este motivo, el Presidente tomó la decisión de suspender el paso de los hidrocarburos a través de 4 de los 13 oleoductos en el país y solo transportarán este importante energético con camiones cisterna en estas localidades.
El objetivo fue evitar que las bandas de “huachicoleros” (ladrones de combustible) extrajeran gasolina de los ductos. Pero con ello se interrumpió también el suministro a decenas de ciudades en los estados de México, Michoacán, Guanajuato, Aguascalientes, Jalisco, Querétaro y Tamaulipas.
Decisión provocó desabastecimiento
Sin embargo, algunas de estas ciudades están presentando escasez de combustibles dado que la cantidad que llega a través de estos cisternas no llega de la misma manera que con los oleoductos.
Esta situación ha provocado filas de cientos de metros en las afueras de las estaciones de servicio por el pánico de que se acaben los combustibles. No obstante, las fuerzas militares se han hecho presentes y son parte del plan para evitar inconvenientes.