Chimpancé se niega a separarse del cuerpo de su cría que murió hace tres meses
Los cuidadores señalan que Natalia aún está pasando el duelo por lo que no pueden quitarle el cuerpo de su hijo.
Desde hace casi tres meses, una conmovedora escena se ha desarrollado en Bioparc Valencia: una chimpancé llamada Natalia lleva consigo el cuerpo de su cría fallecida, en un claro reflejo de su profundo duelo. A pesar del avanzado estado de descomposición del pequeño, Natalia aún no se ha separado de él.
Las autoridades del zoológico explican que intervenir para retirar el cuerpo podría afectar negativamente el bienestar emocional no solo de Natalia, sino de todo el grupo de chimpancés. La delicada situación requiere respeto y paciencia, ya que el duelo en los simios es un proceso complejo y emocional.
Natalia, que dio a luz a su cría a principios de febrero junto a otro bebé, inicialmente los cuidó con normalidad. Ambos recién nacidos fueron integrados con éxito en el grupo bajo la atenta supervisión de los cuidadores del parque. Sin embargo, tras quince días, uno de los bebés mostró problemas de salud que, a pesar de una intervención rápida y exhaustiva, no pudieron ser superados.
No es la primera vez que Natalia enfrenta una pérdida tan dolorosa. En 2018, la chimpancé también perdió a una cría, lo que llevó al Bioparc a implementar un estricto protocolo de seguimiento para esta ocasión, con la esperanza de evitar otro desenlace trágico.
Los cuidadores del Bioparc explican que el proceso de duelo es vital para Natalia. «Necesitan un periodo de duelo y poco a poco asumen la realidad y la pérdida», comentaron, añadiendo que la madre puede necesitar aún más tiempo antes de poder desprenderse del cuerpo sin vida de su bebé.
El Bioparc Valencia es hogar del grupo más numeroso de España de chimpancés de la subespecie Pan troglodytes verus, catalogada como en peligro crítico de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Este hecho subraya la importancia de cuidar y observar con atención a estos animales, respetando sus procesos naturales y emocionales.
La situación de Natalia pone en relieve no solo los desafíos que enfrentan los chimpancés en términos de conservación, sino también la profunda conexión emocional que tienen con sus crías, similar a la de los seres humanos.