Brasil rinde homenaje a Ayrton Senna, 30 años después de su muerte
El legado de Ayrton Senna es difícil de olvidar, por ello sus seguidores le realizaron un homenaje en sus tumbas, además hay varias estatuas de este legendario piloto.
Este miércoles, Brasil conmemora el 30º aniversario del fallecimiento del legendario piloto de Fórmula 1, Ayrton Senna, una figura que ocupa un lugar único en el corazón de los brasileños, equiparable al respeto y admiración que se tiene por el rey Pelé.
Con tres campeonatos de Fórmula 1 a su nombre, Senna es considerado el mejor piloto brasileño de todos los tiempos. Su trágica muerte el 1 de mayo de 1994 en el circuito de Imola, Italia, a la edad de 34 años, dejó una marca indeleble en el mundo del automovilismo.
El legado de Senna se mantiene vivo a través de estatuas, avenidas con su nombre y eventos conmemorativos, como la maratón anual en el circuito de Interlagos en São Paulo, donde obtuvo victorias memorables en 1991 y 1993.
Este miércoles, sus seguidores le rendirán homenaje en su tumba en un cementerio de São Paulo, su ciudad natal. Además, la exposición itinerante «Yo, Ayrton Senna – 30 años», que recorre Brasil, abrirá sus puertas en Río de Janeiro, ofreciendo una visión detallada de su vida y carrera, con la voz del propio Senna recreada por inteligencia artificial.
Para muchos brasileños, las carreras de Senna eran un evento imperdible, como lo recuerda Marilane Mattos, jubilada, quien destaca la moda de ver las carreras en televisión durante aquellos años.
Joao Paulo Bertolini, empresario de 30 años, nunca vio correr a Senna en persona, pero creció escuchando historias sobre él, transmitidas por su familia. La figura de Senna trascendió generaciones y continúa inspirando a nuevos fanáticos.
Ernesto Rodrigues, escritor y periodista, señala que la grandeza de Senna como piloto, su dramática muerte en vivo y su impacto en una época de crisis económica y baja autoestima nacional son los pilares de su legado perdurable.
Además de su legado en el automovilismo, el Instituto Ayrton Senna, fundado por su familia seis meses después de su muerte, continúa su obra en favor de la educación y el desarrollo humano en Brasil. Con un enfoque en la educación, el instituto ha impactado positivamente en la vida de millones de niños brasileños, siguiendo la visión de Senna de que el cambio comienza con la educación.