Biden y Xi hablaron por primera vez desde la cumbre de noviembre en medio de tensiones globales
El presidente de EE.UU. Joe Biden habló por teléfono con el presidente de China Xi Jinping el martes, la primera conversación entre los líderes desde su histórica cumbre en persona en noviembre y la más reciente de los esfuerzos en curso de funcionarios estadounidenses y chinos para reducir las tensiones entre las dos superpotencias.
En un contexto global marcado por la agitación, la llamada entre dos potencias, Estados Unidos y China, se torna crucial. Temas candentes como las crisis en Gaza y Ucrania, así como las tensiones nucleares en Corea del Norte, han sido puntos centrales de la discusión. Además, otras cuestiones que han tensado las relaciones entre Washington y Beijing, como Taiwán, las provocaciones en el mar de China Meridional y los abusos a los derechos humanos por parte de China, también estuvieron sobre la mesa.
Sin embargo, la conversación no fue exclusivamente sobre desacuerdos. Ambas partes encontraron áreas de cooperación potencial, como la lucha contra el narcotráfico, el desarrollo de la inteligencia artificial y el cambio climático, según un comunicado de la Casa Blanca.
El intercambio, que duró una hora y 45 minutos, fue descrito como «sincero y constructivo» por la Casa Blanca, abordando una serie de temas en los que hubo consenso y divergencias. Biden expresó su preocupación por mantener «la paz y la estabilidad» en el Estrecho de Taiwán y por el respaldo de China a la industria de defensa rusa. También manifestó inquietud por las tácticas comerciales chinas que afectan a los trabajadores estadounidenses y subrayó la importancia de proteger la seguridad nacional de EE. UU. ante el uso indebido de tecnologías avanzadas.
La llamada fue vista como una continuación del compromiso entre Biden y Xi de mantener una comunicación frecuente para evitar malentendidos peligrosos. A pesar de los esfuerzos para reducir las tensiones, la administración Biden sigue adoptando una postura de «confiar pero verificar» en relación con China.
La cumbre anterior entre los dos líderes, que tuvo lugar en otoño, no estuvo exenta de tensiones, con Biden refiriéndose a Xi como un «dictador». La administración Biden planea seguir destacando las preocupaciones sobre los ciberataques chinos a la infraestructura crítica de EE. UU.
La llamada también sirvió para revisar los compromisos adquiridos en la cumbre anterior, como restablecer las comunicaciones militares y colaborar en la lucha contra el fentanilo. Se espera que este intercambio sea un punto de control para evaluar el progreso logrado en estas áreas durante el último año.