Al menos 100 familias han sido evacuadas por incendios forestales en Quito, Ecuador
Quito enfrenta una situación de emergencia por cuenta de los incendios forestales en varias zonas. Las llamas se están acercando a las viviendas de los ciudadanos.
La ciudad de Quito está atravesando una crisis provocada por una serie de incendios forestales que han afectado gravemente tanto a la población como a la naturaleza de la región. Hasta el momento, cinco incendios forestales han sido reportados, lo que ha obligado a la evacuación preventiva de al menos 100 familias. Las autoridades locales han señalado que los incendios probablemente fueron provocados, lo que ha generado investigaciones en curso para identificar a los responsables.
El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, ha calificado la situación como «crítica» y ha informado que dos bomberos resultaron heridos durante las labores de evacuación. Muñoz advirtió que el incendio no sería controlado en el corto plazo, por lo que se ha desplegado un importante operativo para combatir las llamas, incluyendo la utilización de helicópteros militares y de bomberos para arrojar agua desde el aire. A pesar de los esfuerzos, el alcalde ha expresado su preocupación por el alcance del daño, indicando que algunas viviendas ya han sido alcanzadas por el fuego.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha decidido regresar al país desde Nueva York, donde participaba en la Asamblea General de las Naciones Unidas, para hacer frente a la emergencia. En un mensaje publicado en redes sociales, Noboa subrayó que el país atraviesa «la peor coyuntura climática en décadas» y advirtió que si los incendios fueron provocados, los responsables serán procesados por terrorismo. Según el municipio de Quito, el 99% de los incendios registrados en la ciudad son causados intencionalmente.
El humo generado por los incendios ha cubierto gran parte de Quito, con reportes de caída de cenizas en el centro histórico de la ciudad, un Patrimonio Cultural de la Humanidad. Vecinos del barrio Bellavista, ubicado en la periferia oriental de la ciudad, han formado cadenas humanas para tratar de contener las llamas, mientras otros residentes, incluidos ancianos, han sido evacuados con la ayuda de la policía y el ejército.
En respuesta a la emergencia, el Ministerio de Educación ha suspendido las clases presenciales en todo el distrito metropolitano de Quito, optando por una modalidad virtual debido a la mala calidad del aire. Además, la empresa eléctrica de la ciudad ha interrumpido temporalmente los racionamientos de energía planificados, aunque algunas subestaciones cercanas a los incendios han sido desconectadas como medida preventiva.
Este es solo el último episodio de una serie de incendios que han afectado a Quito en las últimas semanas. La sequía prolongada que enfrenta Ecuador, la peor en seis décadas, ha contribuido a la propagación de incendios forestales en todo el país, afectando gravemente la producción agrícola y el suministro de agua potable. Según la Secretaría de Riesgos, 20 de las 24 provincias de Ecuador están actualmente bajo alerta roja debido a la «crisis hídrica» que enfrenta el país, la cual ha causado la muerte de miles de animales de granja y la destrucción de más de 40.000 hectáreas de cultivos.
Los incendios no solo han afectado a las personas, sino también a la fauna y la naturaleza. Grupos de bienestar animal se han sumado a los esfuerzos de socorro para atender a mascotas y animales silvestres que han sufrido las consecuencias de los incendios. La gravedad de la situación ha generado un sentimiento de tristeza y frustración entre los residentes, quienes expresan su dolor por la pérdida de la naturaleza y la devastación causada por el fuego.