Madre de Douglas Sánchez revela el gran dolor de ver morir a un hijo
‘’Yo no sé si voy a perdonar a esta persona, pero yo creo que es difícil, tengo que trabajar mucho eso porque yo no puedo’’.
El periodista, Douglas Sánchez, realizó una de las entrevistas más difíciles en su trayectoria. Decidió revisar el pasado con la mujer de su vida: su madre, Grace Jiménez.
En la emotiva entrevista, la matriarca de la familia Sánchez Jiménez compartió con los televidentes del programa Íntimo, uno de los capítulos más tristes en su vida como lo fue la muerte de su hijo mayor, Víctor, en un accidente de tránsito hace 9 años.
‘’Una mamá no soporta que alguien quiera perjudicar un hijo y yo como madre estoy dispuesta, si tengo que dar la vida por cualquiera de mis hijos la doy. No pude darla por mi hijo mayor que un irresponsable le arrancó la vida y me ha costado mucho superar esto, yo creo que nunca lo voy a superar. Se puede tratar de vivir, olvidar jamás porque si yo olvido quiere decir que olvidé a mi hijo y no, siempre va a estar ahí’’, comentó la madre del comunicador.
Doña Grace abrió su corazón en el espacio de Multimedios y reconoció que hay momentos en los que el recuerdo de su hijo la invaden de tristeza.
‘’Hay días que amanezco y me siento mal, me siento triste, pero no quiero que me vean llorar entonces a veces cojo un taxi y me voy para el cementerio. Allá me desahogo, le hablo de los hermanos porque yo sé que ahí está, dejé a mi hijo ahí. Entonces yo le hablo de los hermanos, de los proyectos’’, declaró Jiménez.
Al recordar a la persona que provocó el accidente en el que perdió la vida su hijo mayor, la voz se le quebró y sus ojos se llenaron de lágrimas. Doña Grace, comentó que el día del juicio lo tuvo al frente pero no le salió una sola palabra para decirle: ‘’¿Por qué no lo agarré y lo despedacé de una vez?’’, se cuestionó.
“Les voy a confesar algo, muchas veces deseaba tener un arma en mis manos irlo a buscar y descargársela toda encima, pero yo me tuve que agarrar mucho de mi Dios, irme a meter a la iglesia, aunque no hubiera misa, aunque no hubiera nada. Ahí arrodillada le pedí a Dios dame la fuerza que yo necesito y quíteme este tormento que hay en mi vida en mi corazón porque yo no soy un ser de hacerle daño a nadie’’, comentó Jiménez.
‘’Yo no sé si voy a perdonar a esta persona, pero yo creo que es difícil, tengo que trabajar mucho eso porque yo no puedo, yo todavía trato de ser fuerte de salir adelante. Mi espejo es mi respuesta, primero Dios y después mi espejo. Me paro frente al espejo, después de llorar mucho y me regaño: ‘’Grace basta ya tiene que salir adelante, mi hijo está bien, está en un lugar seguro ya nadie me lo molesta ya él no tiene tormento de nada’’, Y yo solita hasta que suspiro, respiro 10 veces y ya me lavo la cara me levanto el pelo y ahora si a seguir en las cosas de mi casa’’, declaró.
Doña Grace, comentó que, en las tardes, cuando sus hijos llegan a tomar café con ella, siente que su hijo Víctor los acompaña.
La madre del periodista, contó que todos los días salía en la mañana a comprar el pan y Diario Extra, siempre que revisaba el periódico se llenaba de dolor al ver las historias de las madres que perdían a sus hijos en accidentes, sin imaginar que le tocaría vivir una experiencia similar en primera persona.
‘’Veía el periódico de atrás para delante, de adelante para atrás y siempre había un suceso de que le mataron un hijo a la mamá, de que murió en un accidente y yo siempre decía pobre madre y hasta lloraba encima del periódico de ver aquellas cosas sin saber que en el camino estaba viviendo lo mismo que vi’’, mencionó.
Es ley de vida que los hijos entierren a sus padres, pero a veces el destino tiene otros planes. Doña Grace, le contó a su hijo en la entrevista que el dolor de no tener más Víctor a su lado la acompaña todos los días.
‘’¿Lo superé? No, no lo superé, pero ahí seguimos adelante y cuando a mí me dieron la noticia de mi hijo un domingo a las 6:00 p.m. Estaba con Douglas viendo una película solitos y recibir esa llamada y darnos esa noticia yo salí pegando gritos como una loca por toda la calle ni el agua me pasaba, después quedé como en shock’’, dijo.
Una historia de abnegación, perseverancia y sacrificio
La vida de doña Grace ha sido de lucha desde que era una niña. Recuerda que desde muy temprana edad tuvo que trabajar, ya fuera en los cafetales recolectando café o en los ríos lavando ropa.
Comentó que su madre, doña Cleofe Ramona, le formó el carácter desde pequeña algo que le ayudó a afrontar los complicados momentos que viviría más adelante. Como ejemplo, compartió una anécdota.
‘’Una vez medio lavé la ropa porque tenía mucha pereza y cuando llegué a la casa me dice mi mamá: ‘’Esta ropa no está bien lavada’’ y la revolcó con las cuitas de las gallinas y me dijo: ‘’Se devuelve al rio y trae esa ropa como una mujer tiene que lavarla’’, comentó.
En la sentida entrevista que Douglas Sánchez tuvo con su madre, no hubo espacio para reservas ni secretos.
La madre del comunicador también habló sobre el difícil matrimonio que tuvo con el padre de sus ocho hijos, que terminó por culpa de los problemas de alcoholismo de quien en aquel momento era su esposo, aunque reconoció que también tuvo su cuota de responsabilidad en la separación y se arrepiente de no haber buscado ayuda para rescatar la relación.
‘’Lo que hicimos fue pelear y pelear y yo divorciarme y lo mandé con su mamá y le dije: ‘’Señora aquí le devuelvo a su hijo, si tengo que trabajar por mis ocho hijos lo voy a hacer yo sola’’, y así fue como me quedé, sola’’, dijo.
A partir de ese momento, doña Grace trabajó a sol y sombra para sacar adelante a sus siete hijos y a su hija.
‘’Dios me escogió para ser una madre de ocho hijos. Di la cara por mis hijos con mucha honra, mucho trabajo, trabajé día y noche para sacarlos adelante pero aquí estamos gracias a Dios. La vida dio muchos cambios y mis hijos se hicieron grandes, buenos muchachos, trabajadores, honestos, sin vicios, no esperaba que se hicieran grandes para que me dieran, simplemente los quería ver grandes, que cada uno fuera profesional y que la vida nos cambiara un poquito más’’, concluyó.