Diego Bravo revela la razón que lo hizo seguir en Mira quién baila
Un emotivo gesto de su pareja y su familia lo convencieron de no abandonar la competencia
El influencer costarricense Diego Bravo, actual participante de Mira quién baila, admitió haber considerado renunciar al programa de Teletica debido al agotamiento físico y emocional que conlleva la competencia. Sin embargo, un conmovedor gesto de su pareja y el apoyo de sus seres queridos le dieron la fortaleza para continuar.
El peso de la competencia y el desgaste emocional
Diego compartió en sus redes sociales un video donde se le ve visiblemente afectado, mostrando la carga emocional que implica cada gala del programa. En el video, amigos y familiares le expresan mensajes de apoyo, alentándolo a seguir adelante.
La experiencia en Mira quién baila ha sido intensa para Bravo, quien no ha sido nominado hasta el momento pero enfrenta una gran presión para rendir al máximo. «Termino cada gala con muchas emociones, y la presión es altísima. Aunque no estoy nominado, siempre me preocupo por hacerlo bien. Este es un espacio nuevo para mí, sin garantías, así que me esfuerzo al máximo”, compartió Bravo.
La ansiedad y los retos de una vida disciplinada
Acostumbrado a una vida más flexible sin horarios rígidos, Bravo comentó que la rutina y la estructura de la competencia representan un reto adicional. “Estoy acostumbrado a una vida sin jefes ni horarios; aquí ha sido todo un reto: aprender a bailar, seguir las normas, exponerme al público y dejar de lado la personalidad con la que me siento más cómodo”, expresó el influencer.
La presión y el esfuerzo físico incluso le han causado problemas de salud, pues Bravo reveló que, debido al estrés, su piel comenzó a despellejarse. Además, el ambiente competitivo aumenta la ansiedad, especialmente al ver cómo se despiden a otros concursantes.
Un apoyo inesperado que lo llenó de motivación
Bravo confesó que fue su pareja quien organizó una reunión virtual con sus amigos y familiares, donde cada uno le dedicó palabras de aliento y mensajes de apoyo. “Ver a mis papás, hermanos y sobrinos diciéndome cosas bonitas fue una inyección de energía que necesitaba. Muchas veces dudo de mí mismo y ver el cariño de los míos me renovó las fuerzas para seguir”, expresó Diego.
Con renovado ánimo, Diego Bravo sigue en la competencia, impulsado por el cariño de sus seres queridos y su deseo de superar sus propios límites en la pista de baile. Aunque el desafío es alto, la conexión con su pareja y familia le ha dado el impulso necesario para continuar con determinación.