“Coco” Roper: “Tengo un cronómetro que ya está midiendo mi vida”
La hija mayor de la exmodelo Lynda Díaz lucha contra un cáncer cervical.
Enfrentar la adversidad puede ser una experiencia desafiante y transformadora, y nadie lo sabe mejor que la hija mayor de la exmodelo Lynda Díaz, Nicole “Coco” Roper Díaz.
“Coco” se encuentra en medio de una lucha valiente contra el cáncer cervical y las secuelas que este ha dejado en algunos de sus órganos. Pero su historia va más allá de la enfermedad; está arraigada en una fe espiritual profunda y en la creencia en los milagros.
Coco siempre ha sido una firme creyente en Dios y ha experimentado personalmente cómo los milagros pueden manifestarse en su vida. Ha sido testigo de cómo Dios la ha salvado de la muerte en numerosas ocasiones, y esto ha moldeado su perspectiva de manera significativa.
Sin embargo, no es sorprendente que, después de haber enfrentado la cercanía con la muerte en repetidas ocasiones, “Coco” no sienta temor ni ignore el constante recordatorio del “cronómetro de la vida”. Así lo reconoció en una entrevista con el periodista Diego Piñar de Teletica.com.
“Yo siempre he dicho que soy muy espiritual y creo en Dios y creo en los milagros. Dios me ha salvado de la muerte muchas veces, pero es inevitable que al haber estado tan cerca de la muerte tantas veces que yo no tenga miedo o que yo no piense en el cronómetro. Primero que nada el cronómetro de que simplemente los doctores me están diciendo “o sea esto es lo que está pasando ya el tiempo se está acabando estas son las opciones ya casi no hay opciones””, comentó Roper.
“O sea soy realista en eso, pero también yo misma tengo un cronómetro de que me estoy quedando sin tiempo y tengo tantas cosas que todavía quiero lograr y quiero ver y quiero sentir y realizar como un libro, como mis “Cafés con Coco”, como ayudar a miles de personas”, agregó.
“Coco” fue diagnosticada con cáncer cervical en el año 2020. Como parte del tratamiento fue sobreirradiada y sufrió severos daños en varios órganos de su cuerpo.
A raíz de la sobreirradiación a Roper le colocaron unos tubos en su aparato digestivo para que le ayuden con el proceso digestivo y las necesidades fisiológicas.
Una infección alrededor de esos tubos obligó a la hija mayor de Lynda Díaz a ser hospitalizada hace unos días para una cirugía de sustitución de tubos.
Afortunadamente el procedimiento fue exitoso y se encuentra en su casa de habitación recuperándose.