Chef Sophia hace un video que nos sacara las lágrimas a todos tras el fallecimiento de su suegra Nonnita
El pasado 14 de agosto, Sophia Rodríguez, conocida chef, vivió uno de los momentos más difíciles de su vida al despedir a su querida suegra, Glenda Gutiérrez, quien falleció a los 61 años tras luchar contra un tumor cerebral. Con el corazón lleno de emociones, Rodríguez compartió en Instagram un video en homenaje a la mujer que la había acogido como una hija, acompañado de un mensaje que resonó profundamente entre sus seguidores.
En sus palabras, Sophia recordó con ternura cómo doña Glenda la recibía siempre con una sonrisa y su característica hospitalidad: «¡Hooola Sophie! ¿Cómo vas? ¿Ya comiste? ¿Te caliento algo?». Este saludo cotidiano reflejaba la esencia de una mujer que, según la chef, «no había nadie más servicial y amable en este mundo».
El homenaje no se detuvo en los gestos cotidianos. Rodríguez evocó los platos caseros que su suegra preparaba con amor, como el pozol de pollo, la pasta, la lasaña y los chilaquiles, que siempre iban acompañados de una invitación a compartir y disfrutar en familia. Además, destacó el papel fundamental de Gutiérrez en la vida de todos los que la rodeaban, siempre dispuesta a brindar apoyo, celebrar los triunfos ajenos y ofrecer consuelo en los momentos de dificultad.
Sophia también habló del espíritu altruista de su suegra, quien no dudaba en cuidar a los enfermos y ayudar en lo que fuera necesario, incluso en fechas especiales. Recordó cómo, en ocasiones, Gutiérrez llegaba a Kahli, el restaurante de la chef, para ayudar con tareas sencillas como cuidar las plantas, recoger las mesas o lavar platos, mostrando siempre un espíritu desinteresado y generoso.
A pesar de la dolorosa pérdida, Rodríguez expresó gratitud por los seis meses que tuvieron para prepararse para lo inevitable, reconociendo que «aunque nunca se puede estar listo para despedir a quien ha significado tanto en la vida de tantos». En sus palabras finales, Sophia dejó claro el profundo lazo que las unía: aunque Glenda era su suegra, la amaba como a una madre, y Gutiérrez también la veía como una hija.
Con un sentido «Hasta pronto Nonnita Glenda», Sophia concluyó su tributo, dejando en claro que el legado de su suegra vivirá por siempre en su corazón y en los recuerdos de todos aquellos que tuvieron la suerte de conocerla.