Ni Dubai ni Nueva York: este destino de Costa Rica es el más caro del mundo para vacacionar en 2024
La Oficina de Correos del Reino Unido (Post Office UK) llevó a cabo un minucioso estudio sobre los gastos que enfrentan los ciudadanos británicos al viajar a distintos destinos internacionales.
Este estudio, compartido por el medio costarricense El Observador, se basó en la recopilación de precios que los turistas británicos suelen pagar por ocho artículos básicos durante sus viajes al extranjero: Tres comidas para dos personas con una copa de vino, una taza de café, una botella de cerveza local, una lata de gaseosa, una copa de vino, una botella de agua, bloqueador solar, y repelente de insectos
El idílico destino de Tamarindo, ubicado en la provincia de Guanacaste, fue coronado como el lugar más costoso para vacacionar en el año 2024, superando a 40 destinos turísticos de todo el mundo, según reveló la investigación.
Tamarindo emergió como el destino más caro, dejando atrás a ciudades como Nueva York, Dubái, Vancouver y Punta Cana, reconocidos por su alta cotización para viajar, aunque no alcanzan los precios de este rincón costarricense.
Según los resultados, un paquete turístico en Tamarindo tiene un costo promedio de €158, mientras que en Nueva York se sitúa en €143, en Dubái en €134 y en Cancún en €127.
El estudio destaca que dos de los ocho rubros analizados resultan ser más costosos en Tamarindo que en cualquier otra parte del mundo. Por ejemplo, el bloqueador solar tiene un costo de £23,55, casi ¢15.000.
Hacer tres tiempos de comida también sale más caro en Tamarindo que en cualquiera de las 40 ciudades analizadas. El costo para dos personas es de £107,38, alrededor de ¢68.000.
Estos son los 10 destinos más caros
Tamarindo, Costa Rica: £158,04
Nueva York, Estados Unidos: £143,28
St John’s, Antigua: £138,42
Rodney Bar, Santa Lucía: £137,40
Bridgetown, Barbados: £134,92
Dubai: £134,29
Scarborough, Tobago: £130,58
Cancún, México: £127,10
Darwing, Australia: £126,36
Punta Cana en República Dominicana: £124,70
Fuentes citadas:
El Observador.