Decisiones políticas podrían cambiar el rumbo del tipo de cambio del dólar que no deja de subir
Aunque históricamente en octubre y las primeras 2 semanas de noviembre hay un pico en el precio del dólar y luego baja, la situación del país por la pandemia otorga un turbio panorama de lo que pueda suceder
La recesión económica a la que se encamina Costa Rica no deja de vislumbrar las consecuencias negativas en nuestro país y muestra de ello es el alta alza en el precio del dólar en colones, mismo que se ha vendido hasta en ¢619 en ventanilla de distintas entidades financieras en el país.
Y es que en las últimas semanas, la venta de la moneda estadounidense no ha bajado de los ¢600 aún cuando el Banco Central ha hecho inversiones multimillonarias en el mercado para evitar una alteración más importante en la tasa de cambio con repercusiones en muchísimos ámbitos de la economía nacional.
Para nadie es un secreto que los impactos económicos que experimenta el país consecuencia de la pandemia del COVID-19 ha tenido repercusiones en el tipo de cambio, debido al faltante de dólares en el mercado comercial, el casi nulo turismo internacional y la caída en la inversión extranjera.
Como si fuese poco, el clima político está muy lejos de ser el adecuado por la incertidumbre sobre el futuro económico del país, con un gobierno faltante de decisiones, la estancada negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y una Asamblea Legislativa que acaba de generar un hueco fiscal de ¢50 mil millones con las rebajas en el marchamo.
Picos previo a la entrada de la época navideña son normales
Sin embargo, no se puede perder de vista que octubre y las primeras dos semanas de noviembre históricamente han sido picos en el tipo de cambio y que este empieza a bajar con la entrada de la época navideña y el cambio de muchos millones de dólares invertidos para el pago del aguinaldo. Por ejemplo en el 2019, la venta del dólar cerró noviembre hasta ¢30 menos que el primer día de ese mes.
“Historicamente este es un período de alza del tipo de cambio porque suele haber menos ingreso de dólares, fruto de la temporada baja del turismo. A fin de año, suele ir cambiando la tendencia con el comienzo de la temporada alta y los dólares frescos de las zonas francas para aguinaldos, entre otros factores”, aclaró el economista Javier Adelfang, conocido en redes como El Argentico.
Sin embargo, pese a la ligera recuperación del comercio en las últimas semanas, la incertidumbre económica siguen sin generar un escenario favorable para el país.
“El 2020 es un año atípico que se suma presión a la crisis fiscal que arrastramos. El turismo es cero y eso implica miles de millones de dólares que no han ingresado (y no van a ingresar). Las exportaciones hasta ahora no han crecido, y la inversión extranjera se ha reducido, lo que también disminuye el ingreso de billetes frescos y, para peor, los préstamos destinados a compensar estos faltantes están detenidos en la Asamblea. La falta de acuerdo respecto a la ruta fiscal llevó a que se posponga el acuerdo con el FMI y cualquier otro préstamo y eso incrementa la incertidumbre de los inversionistas. Ante ese riesgo, se pasan a dólares”, expresaba Adelfang.
¿Hay de qué preocuparnos?
La preocupación de muchísimos empresarios y ciudadanos en general es qué pasa si la constante de las últimas semanas se mantiene, sabiendo que si bien la constante es que baje en las próximas dos semanas, la pandemia ha borrado la claridad de los pronósticos.
“Si la situación se mantuviera como hoy, tendríamos que esperar que el precio del dólar continúe subiendo. Si se destrabaran los préstamos y hubiera una reactivación inmediata del turismo tendríamos el ingreso de dólares que garantizaría que no siga subiendo. Pero ni una ni la otra parecen estar cerca. Todo dependerá, mayoritariamente de la aprobación de los préstamos. El Banco Central solo intervendrá para frenar alzas violentas, pero si la tendencia es que al tipo de cambio suba, lo dejará subir”, explica el Argentico.
Ante este contexto, muchísimos costarricenses se cuestionan si deberían tomar alguna acción al respecto o sentir preocupación de algún tipo, a lo que el economista aclara los escenarios posibles.
“Un consumidor que tiene su ingreso mensual en dólares no tiene mucho de qué preocuparse, incluso hasta puede sentir cierto regocijo, al fin y al cabo, sus dólares ahora “valen más”. Para el resto de los mortales la situación es más compleja, sobre todo si tienen préstamos en moneda gringa, ya que la cuota subirá de precio. Eso mismo pasará con muchos servicios y productos que, si bien los pagamos en colones, en realidad, su precio está en dólares. El internet suele ser uno de esos ejemplos”, concluyó.