Me han devaluado porque soy una mujer: Megan Rapinoe ante desigualdad salarial
“Sigo cobrando menos que los hombres que hacen el mismo trabajo que yo”.
La futbolista estadunidense Megan Rapinoe se sumó este miércoles al presidente Joe Biden para denunciar la brecha salarial de género en su país, que obliga a las mujeres estadunidenses a trabajar entre 15 y 22 meses para cobrar lo mismo que los hombres perciben en un año.
«Me han devaluado, faltado al respecto y desdeñado porque soy una mujer (…) Sigo cobrando menos que los hombres que hacen el mismo trabajo que yo», dijo Rapinoe durante un acto en la Casa Blanca.
La campeona olímpica y del mundo con la selección de futbol de los Estados Unidos visitó la Casa Blanca acompañada de Margaret Purce, delantera en el Sky Blue FC, para conmemorar el Día de la Paga Igualitaria, que se celebra desde 1996 para atraer atención a la brecha de género.
«Nadie esperaría que una flor prospere sin agua, y aún así, nuestra sociedad espera ver florecer a las mujeres en los deportes, a las que se les ha negado el agua y la luz del sol», dijo Purce.
Rapinoe y sus compañeras en la selección nacional femenina demandaron por discriminación salarial a la Federación de Futbol de Estados Unidos en 2019, pero un juez federal de California falló en su contra el año pasado.
La brecha salarial entre hombres y mujeres en Estados Unidos se traduce en 18 centavos menos para ellas por cada dólar abonado en salarios o honorarios y en 45 centavos en el caso de las latinas, las que más sufren esa disparidad.
El Día de la Paga Igualitaria se celebra en marzo para señalar el punto hasta el que tienen que trabajar las mujeres blancas para cobrar lo mismo que los hombres de su raza en todo el año anterior, mientras que las negras, indígenas y latinas tienen que esperar hasta agosto, septiembre y octubre, respectivamente, para llegar a ese nivel.
«Este equipo (de futbol femenino) es la prueba viviente de que puedes ser la mejor en lo que haces, pero todavía tienes que luchar por una paga igualitaria», dijo Biden durante el acto.
«Mi Gobierno va a luchar para que la paga igualitaria se convierta en una realidad para todas las mujeres», que todavía cobran menos que los hombres en «más del 90 por ciento de las profesiones», aseguró el presidente.
La primera dama, Jill Biden, reveló durante el acto que ella misma sufrió discriminación salarial durante su primer empleo como profesora en 1975, cuando se enteró de que solo le estaban pagando «el 75 por ciento de lo que cobraba un hombre contratado para hacer el mismo trabajo en el mismo momento» que ella.
«No se trataba solo del dinero, por muy injusto que fuera. Era la falta de respeto, la discriminación. ¿Por qué valía menos mi trabajo?», preguntó Jill Biden.
«Esto es algo personal para mí, porque es personal para todas las mujeres (…) Y ahora que la pandemia está ampliando la brecha salarial y de riqueza entre los hombres y las mujeres, es urgente» corregirlo, agregó la primera dama.
Para corregirlo, el mandatario pidió al Congreso aprobar un proyecto de ley llamado Justicia en las Nóminas, que reformaría factores clave que contribuyen a la discriminación salarial, además de impulsar bajas familiares y médicas pagadas y hacer que los cuidados infantiles sean más asequibles.