La competencia de Navas en el marco del PSG salió silbado por su propio país
Gianluigi Donnarumma tuvo un mal partido ante España en la Liga de Naciones.
Así jugó Gianluig Donnarumma el partido contra España, correspondiente a la semifinal de la Liga de Naciones UEFA, disputado en San Siro y que terminó con una dolorosa derrota para Italia, 1 a 2.
Por primera vez de vuelta a San Siro tras su salida del Milan, para fichar por el París Saint Germain, pareció sufrir las sonoras silbadas que le dedicó parte del estadio, de fe milanista, que no le perdona por no renovar su contrato.
Sin culpas en los goles, estuvo a punto de cometer un grave fallo con el 0-1 tras un disparo de Marcos Alonso, cuando le salvó un poste.
Reaccionó a los silbidos con el pasar de los minutos y realizó una gran parada en la segunda mitad, siempre ante Marcos Alonso.
Fue una velada triste para el arquero, que esta semana sufrió doble trago amargo, pues en la puerta de PSG fue quien se tragó la derrota que le costó el invicto al equipo multimillonario, 2×0, frente el Rennes.
Las anotaciones:
Ferran Torres para rematar de primera un gran centro de Oyarzabal. Era el minuto 17 y la jugada nacía, como no, de Marcos Alonso. Nada qué hacer para Donnarumma.
Eso sí, el héroe de Wembley, Donnarumma, mostró nervios. Silbado por su propia afición por su decisión de abandonar el Milan para jugar en el PSG. Sin ritmo de partidos le tembló el pulso dos minutos después del primer gol, ante un zurdazo de Marcos Alonso que no blocó y repelió la madera.
Italia, incapacitada de rescatar su fútbol sin superar el planteamiento español, debía dar un paso al frente y correr el riesgo de presentar el contragolpe a la velocidad de Ferran.
Sus mejores momentos nacieron de imprecisiones en la salida de balón pero entre Unai y el poste evitaron el tanto del empate de Bernardeschi e Insigne perdonaba lo que un delantero no debe, con todo para marcar con el portero español vencido.
No hubo tiempo para la duda porque Gavi volvió a instalar el respeto en San Siro en una transición que culminó Oyarzabal con un disparo raso que sacó Donnarumma y por la mala decisión de Bonucci que le costó la expulsión.
El partido se le ponía de cara a España y le asestaba un golpe definitivo en el tiempo añadido del primer acto. De nuevo el toque medido de Oyarzabal a la testa de Ferran para poner la firma al segundo.
Al 83 descontó Pellegrini, pero no pasó de una anécdota. Italia cayó eliminada en su propia casa.