Un agujero en el Sol, más grande que 60 Tierras, apuntó hacia nuestro planeta
En la superficie del Sol apareció una mancha oscura gigante que fue captada por un telescopio de la NASA. Desde allí, se expulsó un fuerte viento directamente hacia la Tierra
Hace unos días, un fuerte viento solar fue disparado hacia la Tierra, a través de un ‘agujero’ enorme que se formó en la superficie del Sol. Lo que se veía como una mancha gigante era más ancha que 60 Tierras y, según expertos, el enorme tamaño no tiene precedentes. ¿Cómo se originó? ¿Es un peligro para la vida en nuestro planeta?
El inmenso agujero en el Sol
La gran sombra sobre la superficie del Sol es denominado agujero coronal, según la NASA. En aquellas regiones de la gran estrella hay menos materia que en los alrededores del plasma. Por ello, en imágenes de luz ultravioleta extrema, se ven más oscuras, como agujeros.
Pese a las extrañas formas que puedan presentar, los agujeros coronales son normales y se producen en cualquier momento, cuando los campos magnéticos que mantienen al Sol en su lugar se abren, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
A través de estas aberturas, se escapa viento solar hacia el espacio, lo cual puede impactar en la Tierra cuando están ubicadas en dirección hacia ella.
El tamaño del reciente agujero coronal llegó a ser de 800.000 kilómetros en sus primeras 24 horas, según el portal especializado Spaceweather.
Viento solar hacia la Tierra
El gigantesco agujero estuvo en dirección a la Tierra el 2 de diciembre, captado por el Observatorio Solar Dinámico (SDO) de la NASA, y expulsó viento solar entre el 4 y el 5 del mes.
La NOAA informó que el efecto que provocó este fenómeno fue una tormenta solar de nivel G1 a G2, la más leve de las tormentas solares. Este impacto ocurre cuando el Sol emite gran cantidad de partículas cargadas y radiación electromagnética que interactúa con el campo magnético terrestre y la atmósfera.
Producto de los vientos solares, pueden formarse auroras boreales en la Tierra, que es cuando los gases de la atmósfera liberan luces de distintos colores.