Se animó a enamorarse de un hombre 36 años menor y nunca fue más feliz
Isabell Dibble tiene 62 años y en enero se casó con Bayram Boussada, un taxista tunecino de 26 años, a quien conoció a través de Facebook.
A sus 62 años, Isabel había recorrido un largo camino hasta donde se hallaba. La vida le planteó desafíos difíciles, de los que no obstante supo recuperarse. Había perdido a tres maridos, pero se refugió en el amor de sus tres hijas y sus 10 nietos, a quienes adora con locura. Sin embargo, la vida le tendría una nueva aventura, una que al principio le causo temores, a los que finalmente logró enfrentar y vencer.
Es una historia de amor. Un amor que no sabe de edades. Porque ella, Isabel Dibble, tiene 62 años; y él, Bayram Boussada, tiene apenas 26. Y también es una amor que no sabe de distancias. Porque ella es de Inglaterra, mientras que él es de Túnez. Y no. Ella no es rica.
Y como toda historia tiene un principio. En este caso, la fecha es mayo de 2019, cuando Bayram, un atractivo taxista tunecino, le pidió amistad a Isabel, en Facebook. Pero ella lo rechazó porque al ver su perfil le pareció que «era demasiado joven». Y dio por cerrado el tema, pero él insistió, y a ella le entró la curiosidad.
Isabel Dibble, tiene 62 años; y él, Bayram Boussada, tiene apenas 26. Se conocieron Facebook, se enamoraron y se casaron.
«Era guapo, pero un muchacho muy joven», le cuenta a The Sun Isabel. «Pero cuando apareció de nuevo, pensé: ‘¿Por qué no agregarlo?’ «Sería solo para chatear, no tenía que ser nada serio». Y así empezó.
Lo que siguió fueron horas de conversaciones por mensajes y por videollamadas. La atracción fue instantánea para los dos. «Literalmente hablábamos durante horas y, a veces, estábamos despiertos hasta las 3 de la mañana por teléfono. Sabía que había algo allí antes de que nos conociéramos cara a cara».
«Fue como si nos hubiéramos conocido toda nuestra vida. Sé que la gente suele decir eso, pero realmente se sintió así», recuerda y agrega que su relación se basó en esas comunicaciones hasta que él la invitó a visitarlo a Túnez.
Cuando le contó a su familia, la primera reacción fue de temor. Un viaje de imprevisto a un país que no conocían invitada por un hombre 36 años menor de quién realmente ignoraban sus intenciones provocó dudas y discusiones, pero finalmente aceptaron que viajara.
«Mi familia no estaba segura al principio, por supuesto que no lo estarían. Pero su actitud fue: ‘Tuviste dificultades en la vida, así que haz lo que sea que te haga feliz’. Perdí a tres esposos y saben que necesito algo de emoción y amor en mi vida. Saben que soy joven de corazón y que él me hace feliz», sostiene.
Cuando Isabel llegó a Túnez, todo fue mucho más hermoso de lo que había imaginado. Había viajada por unos días pero terminó quedándose una semana. Conoció a los padres de él, quienes ayudaron a preparar una propuesta sorpresa para Isabel.
«Cuando llegué a Túnez, conocí a sus padres, que eran increíbles. Pusieron velas en todas partes y consiguieron un pastel y Bayram me propuso matrimonio delante de ellos».
Los tortolitos se casaron en enero de 2020 en Madeira en un registro civil y celebraron su unión con alrededor de 100 invitados, incluida la familia de Bayram.
Ella luego volvió a Inglaterra y empezó los trámites para trasladar a Bayram. Pero se desató la pandemia por el nuevo coronavirus y todo se complicó. Como si la historia de amor necesitara superar otro mal trago para consolidarse.
Lo que siguió es muy conocido. La mayoría de los países cerraron fronteras y decretaron cuarentenas obligatorias. Y así, los enamorados recién casado no puede unirse. Y no saben cuándo volverán a estar juntos.
«Estamos luchando por traerlo hasta aquí con todo lo que sucede, ninguno de nosotros gana lo suficiente desafortunadamente, pero esperamos que las cosas cambien pronto», cerró la enamorada.