¿Sabías que los puntos de las fresas no son semillas? Conoce para qué sirven
No todo es lo que parece. Contrariamente a lo que se piensa, ni la fresa es una fruta, ni los puntitos en su cubierta son semillas.
Ya sea en postres, en helado, en jugos, en cocteles o sola, la fresa es uno de los alimentos más populares que existen. Sin embargo, resulta que no es una fruta y, contrario a lo que se cree, —en términos botánicos— tampoco es una baya. Además, suele pensarse que los puntitos presentes en su cobertura son semillas, pero tampoco lo son. Entonces, ¿qué es una fresa y qué son esas misteriosas pepitas que la cubren?
Las fresas no son frutas ni bayas
Para que una fruta sea considerada una baya, debe reunir ciertas características: debe contener varias semillas, estar formada por una capa externa, un centro carnoso y una cubierta interna. Algunos ejemplos de bayas son las uvas y los arándanos. Las fresas no poseen estos rasgos.
La fresa es una especie de planta del género Fragaria y de la familia Rosaceae, a la que pertenecen las rosas. Al igual que las frambuesas y las moras, que también pertenecen a esta familia, son consideradas “frutos agregados”.
A diferencia de los frutos, que están compuestos por carpelos fusionados de una misma flor, los frutos agregados constan de varios carpelos separados de una misma flor, según el Atlas de histología vegetal de la Universidad de Vigo. Los carpelos son las hojas modificadas que conforman la parte reproductiva de las flores.
¿Qué son los puntitos de las fresas?
Los puntitos de las fresas son en realidad los frutos de la planta. La conocida área roja viene a ser una parte denominada “receptáculo” que se hincha cuando la flor de la planta es polinizada. Esto es muy distinto a lo que ocurre con otras plantas, cuyos frutos crecen tras la polinización.
Entonces, cuando la planta de la fresa es polinizada, el receptáculo se hincha y el verdadero fruto se separa en aquenios, término utilizado para nombrar a los puntitos.
Respecto a las semillas de las fresas, hay una en el interior de cada uno de los aquenios. No obstante, no suelen ser usadas para sembrar otras fresas, sino que es más común que estas crezcan por medio de los corredores. Estos son tallos que se desligan de la planta central y a los que les nacen raíces.
¿Para qué sirven los aquenios?
Los aquenios son responsables del 81% de la capacidad antioxidante de las fresas, según investigadores del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) de la Junta de Andalucía.
El estudio, publicado en la revista International Journal of Molecular Science, indica que los aquenios liberan antioxidantes, como fenoles, flavonoides y antocianos. Estas propiedades ayudan a prevenir estrés oxidativo, enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y obesidad.