¿Quién puede ser elegido Papa? Así funciona el proceso del cónclave que elegirá al sucesor de Francisco
La elección del próximo Pontífice se acerca: ¿qué requisitos se deben cumplir para ocupar la Silla de San Pedro?
El 7 de mayo de 2025, todos los ojos del mundo católico —y de la comunidad internacional— se posarán sobre el Vaticano, cuando la Capilla Sixtina vuelva a convertirse en el epicentro de un momento histórico: el cónclave para elegir al nuevo Papa, el sucesor número 266 de San Pedro.
Este evento no solo tiene implicaciones espirituales para los 1.400 millones de fieles católicos, sino que también despierta la atención de millones alrededor del mundo por su carga simbólica, religiosa y geopolítica.
¿Qué requisitos debe cumplir quien aspire al papado?
Aunque muchos creen que solo un cardenal puede ser elegido, la realidad es más amplia. El Código de Derecho Canónico establece que cualquier varón bautizado en la Iglesia católica puede ser elegido como Papa. Sin embargo, hay una condición: si la persona no es obispo, debe ser consagrado como tal inmediatamente antes de asumir el cargo.
En la práctica, desde el siglo XV todos los papas han sido elegidos entre los cardenales, ya que son ellos quienes integran el cónclave y están mejor preparados para asumir las exigencias del pontificado.
Dato relevante: Aunque no está prohibido por la ley eclesiástica, la tradición excluye a hombres casados, en respeto a la norma del celibato obligatorio para quienes ejercen el pontificado.
Cónclave: un proceso secreto y ancestral
La elección del Papa comienza con la misa “Pro Eligendo Pontifice”, tras la cual los cardenales electores —aquellos menores de 80 años— son conducidos a la Capilla Sixtina. Allí, totalmente aislados del mundo exterior, inician las rondas de votación. Se necesitan dos tercios de los votos para que un candidato sea elegido.
Cada día se pueden realizar hasta cuatro votaciones. Los resultados de cada sesión se comunican de manera visual mediante la famosa fumata: humo negro indica que no se ha alcanzado un consenso; el humo blanco anuncia al mundo que hay un nuevo Papa.
Aislados del mundo: sin influencias externas
Una de las reglas más estrictas del cónclave es el aislamiento total de los cardenales. Durante todo el proceso, están incomunicados, sin acceso a teléfonos, medios de comunicación o redes sociales. Esta medida busca preservar la libertad de conciencia, evitando presiones externas que puedan influir en la elección del líder espiritual de la Iglesia.
¿Qué se espera del nuevo líder de la Iglesia?
El próximo Papa heredará una Iglesia marcada por grandes desafíos: desde la secularización en aumento hasta las reformas internas, la lucha contra los abusos y el fortalecimiento de su voz moral en temas globales como la pobreza, el cambio climático y los conflictos sociales.