Productos químicos artificiales afectan a los genes de la vejez y el metabolismo, advierte estudio
Probaron la toxicidad de 1.239 químicos únicos y descubrieron que gran cantidad de procesos biológicos son anulados.
Todos los días nos exponemos a las influencias nocivas de los químicos no naturales. Estos se encuentran en la composición de plásticos, vidrios, medicamentos, cosméticos, calculadoras, discos compactos (los CD) y un vasto etcétera.
Para darnos una idea de la magnitud de esta amenaza, el 10% del producto nacional mundial se destina al tratamiento de enfermedades relacionadas a estos agentes, según los científicos Philippe Grandjean, de Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard (Estados Unidos); y Martine Bellanger, miembro de la Escuela de Salud Pública EHESP (Francia).
Ahora, Alexander Suvorov, profesor asistente de la Universidad de Massachusetts (Estados Unidos), y sus colegas del Departamento de Ciencias de Salud Ambiental hallaron que en 1.239 químicos evaluados existen toxicidades asociadas a la alteración de los genes del envejecimiento, el proceso metabólico, el sistema inmunológico, así como a la biología del cáncer.
El estudio se titula “Enfoque imparcial para la identificación de mecanismos moleculares sensibles a exposiciones químicas” y está publicado en la revista académica Quimiósfera (Chemosphere).
Según contó Suvorov en el portal The Conversation, él y su equipo utilizaron una base de datos donde se detalla cómo las sustancias químicas influyen en los genes. En total, revisaron 2.169 investigaciones científicas en ratones y seres humanos.
Clasificaron los factores de cambio de 17.338 genes ante las exposiciones de productos tóxicos, una muestra “lo suficientemente grande”, de acuerdo al autor principal.
En adición, utilizaron apuntes de 591.084 interacciones genéticas únicas para identificar las vías moleculares con potencial a perjudicase. “Nuestro conjunto de datos está lo suficientemente saturado para proporcionar resultados no sesgados”, detallaron los expertos en el artículo.
Si bien el organismo humano elimina parte de los químicos a través del estrés oxidativo de las células que cuidan el ADN, a veces el sistema es vulnerado.
También identificaron vías moleculares sensibles en el metabolismo de los lípidos, grasas encontradas en la sangre como el colesterol y los triglicéridos. Por otro lado, el conjunto de proteínas PPAR se ve afectado especialmente porque no consigue regular el equilibrio energético de la ingesta de alimentos.
Aquella perturbación ocasiona predisposiciones de sufrir diabetes tipo 2, hígado graso no alcohólico u obesidad.
Los genes implicados en la producción de insulina, hormona que regula los niveles de glucosa, son suprimidos en la mayoría de exposiciones a químicos artificiales.
Respecto a dos de los males citados, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que más de 422 millones de personas en el mundo tienen diabetes y los índices de masa corporal excesivos se han triplicado entre 1975 y 2016.
“Nuestro análisis indica que los genes que controlan la respuesta inmunitaria también son muy sensibles a las sustancias químicas”, propuso Suvorov en The Conversation. Otro factor a tomar en cuenta es el riesgo de padecer una clase de cáncer.
A pesar de que la mutación genética conlleva más a la detección del cáncer, el contacto con mezclas de agentes químicos elaborados por el hombre aumentan la susceptibilidad a desarrollarlo.
“Nuestros datos sugieren que casi todas las vías moleculares conocidas pueden verse afectadas por exposiciones químicas”, concluyen los autores del artículo de Quimiósfera.
Los científicos recomiendan establecer “métodos rápidos y rentables de pruebas de toxicidad”. No es para menos, puesto que el crecimiento industrial parece no regirse por parámetros en beneficio de la salud global.