Joven muere tras ser diagnosticado erróneamente con una infección en el oído
El caso de Jac Sexton: un diagnóstico tardío con consecuencias fatales
Lo que comenzó como un persistente dolor de cabeza y mareos, terminó siendo una tragedia para Jac Sexton, un joven de 19 años que perdió la vida tras ser diagnosticado erróneamente con una infección en el oído. La realidad era mucho más grave: padecía un glioblastoma, un agresivo tumor cerebral que no tiene cura.
Los primeros síntomas y el diagnóstico equivocado
En octubre de 2024, Jac había comenzado a trabajar como barbero, pero poco después empezó a notar dificultades para hablar y mareos constantes. Al acudir a un médico, este asumió que su condición estaba relacionada con una infección en el oído, posiblemente derivada de una fiebre glandular reciente.
Sin embargo, los síntomas persistieron y un segundo doctor ordenó una tomografía computarizada, la cual reveló la verdadera causa de su malestar: un glioblastoma en etapa avanzada.
Un tumor en una zona de difícil acceso
El tumor se localizaba en el tronco del encéfalo, una región poco común para este tipo de cáncer. Su ubicación impedía realizar una biopsia o aplicar tratamientos convencionales. Ante esta situación, los médicos iniciaron seis semanas de intensa radioterapia, pero la condición del joven se deterioró rápidamente.
Jac perdió la capacidad de tragar y, en enero de 2025, sufrió un colapso médico que requirió una cirugía de emergencia en su hogar. Aunque se recuperó temporalmente, su estado empeoró y el 25 de febrero de 2025 falleció.
El dolor de la familia y su legado
Tras su fallecimiento, su tío Rhydian recordó los últimos días del joven con emotivas palabras:
«En las últimas dos semanas, las risas que hemos tenido en casa fueron increíbles. La relación que tenía con su familia lo decía todo. Estaba feliz, que es lo principal.»
El caso de Jac ha generado conciencia sobre la importancia de un diagnóstico temprano y preciso en enfermedades graves como el glioblastoma.
¿Qué es un glioblastoma?
De acuerdo con la Clínica de Cleveland, el glioblastoma es un tipo de cáncer cerebral altamente agresivo que se origina en los astrocitos, células encargadas de brindar soporte a las neuronas.
Sus células malignas se multiplican rápidamente, invadiendo el tejido sano, lo que dificulta su tratamiento. Actualmente, no existe cura, y su pronóstico suele ser poco alentador.
Síntomas más comunes del glioblastoma
Los síntomas pueden variar según la ubicación del tumor, pero algunos de los más frecuentes incluyen:
- Dolores de cabeza persistentes
- Visión borrosa o doble
- Náuseas y vómitos
- Problemas de memoria y concentración
- Pérdida de apetito
- Convulsiones
- Dificultades en el habla
- Cambios en el estado de ánimo o de personalidad
El caso de Jac Sexton resalta la importancia de buscar una segunda opinión médica cuando los síntomas persisten o no mejoran con el tratamiento inicial.