Hombre se desgarró la tráquea tras contener un estornudo, reporta insólito estudio
Este inédito caso médico responde finalmente el verdadero peligro de aguantarse los estornudos.
Científicos han dado a conocer el primer caso de una lesión por el hecho de aguantarse un estornudo. Se trata de un hombre que se desgarró la tráquea unos centímetros cuando estornudó con la nariz tapada y la boca cerrada.
En el estudio, publicado en la revista BMJ Case Reports, los médicos explican que si te tapas la nariz y la boca para evitar estornudar, la presión generada en las vías respiratorias superiores puede ser 20 veces superior que la que normalmente se acumularía con un estornudo.
En ese sentido, se demuestra por primera vez que esta actividad, cuyos peligros se desconocían a ciencia cierta hasta ahora, en realidad puede causar lesiones en nuestra fisionomía.
Los detalles del caso
El hombre, de 30 años y con antecedentes de rinitis alérgica, conducía su carro con el cinturón de seguridad puesto cuando de pronto tuvo unas ganas irreparables de estornudar y decidió contenerse a hacerlo.
Tras este episodio, el hombre empezó a experimentar fuertes dolores, el cuello se le hinchó por ambos lados y se le estaba haciendo muy difícil moverlo, pese a que no tenía problemas para respirar, hablar o comer.
Cuando los médicos realizaron una radiografía a su cuello, se reveló un enfisema quirúrgico, una afección en la que el aire queda atrapado debajo de las capas de tejido más profundas bajo la piel.
En tanto, una tomografía computarizada reveló que el hombre tuvo un desgarro pequeño en la tráquea cervical, exactamente entre la tercera y cuarta vértebra del tórax, de 2 milímetros de largo y ancho, producto del aire acumulado.
Una lesión leve
Tras el suceso, el hombre fue monitoreado en el hospital por dos días para que sus signos vitales y respiración volvieran a la normalidad. Al momento de ser dado de alta, solo se le recomendó tomar analgésico y medicamentos contra su rinitis.
Después de cinco semanas, los médicos le volvieron a evaluar y determinaron que el desgarro en la tráquea ya se había sanado por completo, sin ni siquiera necesidad de cirugía.
«Se debe advertir a todo el mundo que no reprima los estornudos pellizcando la nariz mientras mantiene la boca cerrada, ya que puede provocar una perforación traqueal», señalaron los autores en su informe.