¿El alma sí existe? Científicos detectan actividad cerebral tras la muerte
Investigación revela un inusual pico de energía en el cerebro después del fallecimiento
Un reciente estudio ha reavivado el debate sobre la conciencia después de la muerte. Científicos analizaron la actividad cerebral de pacientes con enfermedades terminales que fueron desconectados del soporte vital y descubrieron un fenómeno intrigante: un repentino aumento de energía en el cerebro momentos después de que el corazón dejara de latir.
El estudio, publicado por el medio Daily Mail, analizó la actividad neuronal de siete pacientes a través de sensores colocados en sus cerebros, revelando un inesperado patrón que algunos expertos han relacionado con experiencias cercanas a la muerte o incluso con la existencia del alma.
¿Qué sucede en el cerebro después de la muerte?
Los investigadores utilizaron electroencefalogramas (EEG) para monitorear la actividad cerebral antes, durante y después del fallecimiento de los pacientes. Tras la caída de la presión arterial y el cese del latido cardíaco, la actividad cerebral desapareció por completo. Sin embargo, segundos después, los sensores registraron un inesperado pico de actividad de alta frecuencia, conocido como sincronía gamma, que duró entre 30 y 90 segundos.
Según el Dr. Stuart Hameroff, especialista en estudios de la conciencia, este fenómeno podría estar vinculado con la percepción y la actividad cognitiva, lo que sugiere que el cerebro sigue funcionando brevemente tras la muerte.
Explicaciones científicas sobre el fenómeno
Si bien algunos investigadores consideran que este estallido de energía podría relacionarse con experiencias cercanas a la muerte, otros sostienen que la causa principal es la falta de oxígeno en el cerebro.
Según The Science Channel, cuando el corazón deja de bombear sangre, los microtúbulos en las células cerebrales pierden su estado cuántico, liberando información en el entorno. Esta hipótesis ha llevado a algunos científicos a teorizar que la información cuántica almacenada en el cerebro podría seguir existiendo fuera del cuerpo, lo que para algunos sugiere la posible existencia de un «alma».
Por otro lado, algunos especialistas consideran que esta ráfaga de actividad podría ser simplemente una respuesta biológica del cerebro a la muerte, similar a la actividad eléctrica observada en otras especies en sus últimos momentos de vida.
¿Un indicio de experiencias cercanas a la muerte?
El Dr. Hameroff plantea que esta actividad cerebral podría explicar por qué algunas personas que han sido reanimadas después de un paro cardíaco recuerdan haber tenido experiencias extracorporales.
Sin embargo, debido a que los pacientes analizados en el estudio no fueron resucitados, no se pudo comprobar si experimentaron sensaciones de este tipo. Los investigadores enfatizan que, aunque el hallazgo es sorprendente, aún se requiere más investigación para comprender completamente lo que ocurre en el cerebro durante la transición entre la vida y la muerte.