Descubren especie fósil de lagarto marino con dientes en forma de dagas para atrapar presas
El Khinjaria acuta tenía mandíbulas poderosas y formaba parte de una fauna de depredadores extraordinariamente diversa que habitaba el océano Atlántico, justo antes de que los dinosaurios se extinguieran.
Un fascinante descubrimiento ha sido realizado por paleontólogos: una nueva y peculiar especie de lagarto marino, dotada de dientes afilados en forma de daga, que habitó cerca del final de la era de los dinosaurios.
Este hallazgo, detallado en un estudio publicado en Cretaceous Research, revela un antiguo ecosistema marino radicalmente distinto al que conocemos en la actualidad. En aquel entonces, abundaban numerosos depredadores gigantes que se alimentaban de presas de gran tamaño, a diferencia de los ecosistemas modernos donde prevalecen unos pocos depredadores superiores como las orcas, los grandes tiburones blancos y las focas leopardo.
La nueva especie descubierta, denominada Khinjaria acuta, pertenecía a la familia Mosasauridae o mosasaurios. Estos imponentes lagartos marinos, parientes de los actuales dragones de Komodo y anacondas, dominaban los océanos hace unos 66 millones de años, en la misma época que el Tiranosaurio y el Triceratops.
Khinjaria, dotado de poderosas mandíbulas y largos dientes en forma de dagas, poseía una apariencia temible. Formaba parte de una fauna de depredadores extraordinariamente diversa que poblaba el océano Atlántico frente a las costas de Marruecos, justo antes de la extinción masiva de los dinosaurios.
El estudio se basa en el análisis de un cráneo y partes del esqueleto encontrados en una mina de fosfato al sureste de Casablanca. Participaron en la investigación científicos de la Universidad de Bath, el Museo de Historia Natural de Marrakech, el Museo Nacional de Historia Natural (NMNH) en París, la Universidad Metodista del Sur en Texas y la Universidad del País Vasco.
El Dr. Nick Longrich, líder del estudio y miembro del Departamento de Ciencias de la Vida y el Centro Milner para la Evolución de la Universidad de Bath, destacó la sorprendente diversidad de depredadores presentes en aquel antiguo ecosistema marino. Señaló que, aunque todos eran depredadores superiores, tenían diferentes tipos de dientes, lo que sugiere que cazaban de manera distinta.
Este rico ecosistema marino, que existió justo antes de la extinción de los reptiles marinos y los dinosaurios, desapareció tras el impacto de un asteroide en la península de Yucatán en México. Este evento catastrófico provocó la extinción de la mayoría de las especies del planeta y dio paso a la evolución de nuevas formas de vida en los océanos.
La desaparición de los mosasaurios, los plesiosaurios y otras especies marinas abrió la puerta a la aparición de ballenas, focas y peces como el pez espada y el atún. Sin embargo, el ecosistema resultante fue muy diferente al anterior.
El Dr. Longrich destacó que los ecosistemas modernos tienen unos pocos grandes depredadores, mientras que el Cretácico albergaba una gran diversidad de depredadores superiores. Este cambio dramático en la estructura del ecosistema a lo largo de millones de años plantea interrogantes sobre las causas que lo provocaron y las implicaciones para la vida marina en el pasado y en el presente.