Cosecha de agua, la técnica ancestral que podría solucionar la escasez por el cambio climático
La cosecha de agua emerge como una solución ancestral frente a la escasez hídrica. En la actualidad, esta técnica mejoró gracias a la implementación de nuevas tecnologías.
La cosecha de agua emerge como una solución vital en un mundo donde este recurso se vuelve cada vez más escaso. Esta técnica, ancestral y probada a lo largo de milenios, resurge como una respuesta ante los desafíos del cambio climático y la escasez hídrica.
Civilizaciones antiguas como los mayas y los griegos ya practicaban la cosecha de agua hace miles de años. Mediante ingeniosos métodos de captación y almacenamiento, lograron prosperar en entornos adversos. Hoy en día, estas prácticas inspiran soluciones modernas para gestionar el agua de manera sostenible.
Por ejemplo, la recolección de lluvia se realiza a través de sistemas instalados en techos y superficies impermeables que dirigen el agua hacia tanques de almacenamiento. Mientras tanto, la cosecha de niebla utiliza mallas especiales para capturar gotas de agua suspendidas en el aire, ofreciendo una fuente alternativa en áreas húmedas.
Los beneficios ambientales de la cosecha de agua son significativos, incluyendo la reducción de la erosión del suelo y la contaminación, la prevención de inundaciones y la recarga de acuíferos. Además, contribuye a la conservación de ecosistemas y biodiversidad al proporcionar agua sostenible para la flora y fauna locales.
En Perú, esta técnica ancestral ha sido revitalizada en tiempos modernos para combatir la escasez de agua y la desertificación. Proyectos gubernamentales y de organizaciones no gubernamentales han promovido la construcción de infraestructuras como qochas y amunas en las zonas andinas, mejorando así el acceso al agua para la agricultura y el consumo humano.