Clientes querían botar a perrita callejera del restaurante, pero el dueño los echó a ellos
El dueño del restaurante dejó en claro a todos los clientes que los animales no deben ser discriminados.
Muchas personas todavía no comprenden el verdadero valor de los animales, por lo que, al verlos en las calles, en lugar de ayudarlos, los desprecian por estar sucios; sin embargo, un hombre decidió poner alto a este tipo de discriminación, convirtiéndose la historia en viral de Facebook.
Resulta que, el dueño del restaurante ‘Tortas Carísimas’, ubicado en Oaxaca, México, tiene a su cuidado una hermosa perrita que habitaba en la calle desde hace más de cinco meses, quien había llegado al lugar atraída por el increíble olor de las comidas que se servían en el establecimiento.
De acuerdo a las palabras del dueño de restaurante, la perrita que fue bautizada con el nombre de Lola, es muy tranquila y siempre está echada en algún lugar del establecimiento de comidas, pero no a todas las personas les cae en gracia que ella esté allí.
Esto debido a que, para ellos, es sucio ver un animal en un lugar donde se venden alimentos, que no los deja comer en paz y otros más que no les gustan los animales. Pero, el dueño del restaurante no le importa eso, y lo único que quiere es la pequeña Lola se encuentre bien.
Es así que, para evitar que la perrita siga siendo víctima de los malos tratos, el dueño del restaurante escribió una publicación en Facebook para que las personas que estaban pensando en visitar su establecimiento tengan presente que la perrita no se va a ir a ninguna parte y que mejor se abstengan de sentarse a cenar allí sino están dispuestos a lidiar con la presencia de Lola.
‘’Si usted viene a Tortas Carísimas y en la entrada ve esto, no vaya a pensar que es un tapete viejo o uno en 3-D. Ella es Lola, una perrita callejera que llegó hace como 5 meses y se quedó a vivir aquí. Si a usted le molestan los animales, con toda la confianza favor de decírmelo para que le ponga sus tortas para llevar, porque Lola se queda y punto’’, fue el texto que acompañó una imagen del Lola acostado en el algún lugar del restaurante.
Para poder cuidar de Lola cuando el establecimiento está cerrado, un vecino del lugar le brindó un techo donde dormir.
Asimismo, se le llevó a una veterinaria donde la revisaron, la bañaron y le aplicaron unas vacunas. Ahora la hermosa perrita está rodeada de personas que la quieren.