Científicos monitorean asteroide que podría impactar la Tierra en 2032
El objeto espacial tiene un tamaño superior al ancho de un Boeing 787
Un asteroide con un diámetro estimado entre 40 y 100 metros ha sido identificado por astrónomos como un posible riesgo de impacto contra la Tierra en diciembre de 2032. Aunque la probabilidad de colisión es baja, los científicos ya han puesto el objeto bajo observación constante debido a su tamaño y velocidad.
El cuerpo celeste, denominado 2024 YR, fue detectado recientemente por un equipo de investigadores en Chile. Según los análisis iniciales, se desplaza a una velocidad de 17,32 kilómetros por segundo y, en caso de colisión, el impacto podría ocurrir en una región comprendida entre América Central y el Hemisferio Sur.
¿Qué tan real es el peligro de impacto?
A pesar de la preocupación que genera el hallazgo, los expertos aclaran que el nivel de alerta sigue siendo bajo.
“Nos encontramos en una fase de observación, lo que se traduce en una alerta amarilla. La probabilidad de impacto sigue siendo menor al 3%”, explicó Erick Sánchez, astrónomo del Planetario de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Los científicos de la NASA han confirmado que el objeto supera en tamaño el ancho de un avión Boeing 787, lo que lo convierte en un asteroide significativo. Sin embargo, insisten en que, aunque la colisión es posible, es poco probable que ocurra sin cambios en su trayectoria.
¿Cómo podría defenderse la humanidad de un impacto?
Los avances en astronomía y tecnología espacial han permitido que la humanidad desarrolle estrategias para desviar asteroides potencialmente peligrosos.
Según Sánchez, si un objeto como 2024 YR representa un peligro real, hay métodos para modificar su trayectoria:
✅ Misión de impacto cinético: Consiste en enviar una nave que colisione con el asteroide para cambiar su rumbo.
✅ Tractores gravitacionales: Se utilizan sondas espaciales para ejercer una leve fuerza gravitacional sobre el objeto y modificar su curso.
✅ Explosiones controladas: Aunque más arriesgada, esta opción contempla el uso de explosivos para fragmentar el asteroide o empujarlo fuera de su ruta.
Estas estrategias, sin embargo, requieren que el objeto sea detectado con suficiente antelación para llevar a cabo una intervención efectiva.