The New York Times sugiere que Costa Rica podría convertirse en el Silicon Valley de América Latina
Con el respaldo financiero de inversionistas privados y el apoyo estratégico de Estados Unidos, que busca disminuir su dependencia de los microchips chinos, Costa Rica se perfila como el nuevo Silicon Valley de América Latina.
Así lo sugiere un influyente artículo de opinión en The New York Times, escrito por Farah Stockman, miembro del consejo editorial desde 2020.
“Hoy en día, se dice que la economía estadounidense depende demasiado de China para suministros críticos, mientras que las importaciones de países de nuestro propio hemisferio, aparte de Canadá y México, están rezagadas, según los expertos. Nuestra influencia en nuestro propio vecindario está disminuyendo. No tiene que ser así. Vi evidencia de ello en Costa Rica, una democracia estable que aspira a convertirse en el Silicon Valley de América Latina, con el apoyo activo de Estados Unidos”, dice parte de la publicación.
Stockman indicó en su artículo que Costa Rica se está posicionando para convertirse en un importante centro fuera de Asia para el empaquetado y prueba de microchips.
“En la década de 1990, Intel construyó una fábrica cerca de San José para hacer precisamente eso. Eso abrió la puerta a más fábricas e industrias y, como resultado, a una fuerza laboral cada vez más orientada a la tecnología. Hoy en día, la mayor categoría de exportaciones de Costa Rica ya no es el café o los plátanos, sino los dispositivos médicos”, señala la publicación.
La cadena de suministro de Estados Unidos podría jugar un papel crucial en el fortalecimiento de las relaciones con América Latina, especialmente en un período donde el aislacionismo está ganando terreno en Estados Unidos.
“Los países que comercian más con sus vecinos más cercanos obtienen los mayores beneficios del comercio mientras minimizan la pérdida de empleos que puede venir con él (…) La diplomacia de la cadena de suministro puede ayudar. Hasta ahora, Costa Rica ha apostado por ambas, sumándose al Cinturón y Ruta mientras también hacía lobby para tener la oportunidad de unirse al T-MEC. Pero la oportunidad de convertirse en un centro de microchips parece haber inclinado la balanza. El Sr. Chaves excluyó abruptamente al proveedor chino Huawei, junto con otros, de la construcción de la red 5G del país, lo que enfureció a China”, indica el texto de The New York Times.
“A veces es necesario tomar decisiones difíciles. No estamos imaginando el futuro; lo estamos construyendo, con aquellos con quienes compartimos valores. Es inteligente, tanto geopolítica como económicamente, fomentar ese sentido de destino compartido. No será una solución rápida para los muchos problemas de la región, pero puede ayudar a cambiar la marea con el tiempo”, agrega la publicación.