La NASA usará un ‘platillo volador inflable’ para llevar a los primeros humanos a Marte
La NASA está desarrollando un escudo térmico capaz de superar los “siete minutos del terror” cuando inicien los lanzamientos de cohetes tripulados a Marte.
La NASA está ideando soluciones para que las naves de los futuros viajes tripulados a Marte puedan superar sin complicaciones los “siete minutos de terror”, el proceso de entrada a la atmósfera y descenso a la superficie del astro por el que pasa la cápsula. Estos lanzamientos iniciarían a finales de la década de 2030 según su programa Artemis y la alternativa más sólida propuesta por la agencia es un platillo volador inflable que funcionará como escudo térmico para los astronautas a bordo.
Según la información compartida por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de EE.UU, este dispositivo está destinado tanto a las misiones tripuladas con rumbo a Marte como a otros viajes para enviar equipos (robots exploradores) a Venus y Titán, una luna de Saturno en la que los científicos consideran que podrían encontrarse las condiciones aptas para albergar algún tipo de vida.
LOFTID, el “platillo volador inflable” de la NASA
Esta especie de platillo ha sido bautizado como LOFTID, siglas de Low-Earth Orbit Flight Test of an Inflatable Decelerator o Prueba de vuelo en órbita baja de un desacelerador inflable por su traducción al español. La NASA menciona que si este escudo térmico es viable, podría usarse para enviar a personas, experimentos y equipos varios a misiones futuras de exploración espacial.
El tamaño del dispositivo podría ser adaptado para ayudar con el descenso de grandes misiones tripuladas o robóticas a la superficie de prometedores cuerpos celestes así como también para facilitar el retorno de muestras o de otros equipos a la Tierra. El escudo térmico diseñado para las primeras pruebas es de seis metros de diámetro.
Para lograr su cometido, el platillo se desplegará en las capas altas de la atmósfera del planeta rojo, permitiendo así que la nave espacial con tripulación a bordo desacelere antes y se someta a temperaturas mucho más bajas que las que deben soportar actualmente todos los robots o equipos que son enviados a investigar Marte.
La NASA explicó en un comunicado que la atmósfera marciana es lo suficientemente densa como para ofrecer resistencia a la cápsula con astronautas, pero no para que ésta pierda velocidad tan rápido como ocurre con las naves que ingresan a la atmósfera terrestre. Por eso, la capa aerodinámica de LOFTID actuará como una especie de freno gigantesco para el vehículo gracias a su escudo térmico flexible.
La agencia señala que, en lugar de descender a velocidades supersónicas (25 veces que la velocidad del sonido) y, por consiguiente, generar un calor intenso, la llegada de la nave a Marte y los otros destinos mencionados se produciría a una velocidad de sólo 900 kilómetros por hora. De esta forma, se asegurará el bienestar de los astronautas a bordo de la cápsula en cuestión.
Si se aplica tal como en su teoría, este diseño supondrá toda una revolución en los métodos con los que se envían objetos a los astros del Sistema Solar que tienen atmósferas.
Las primeras pruebas de LOFTID se avecinan
El prototipo de LOFTID en la madrugada del jueves, 10 de noviembre, desde el puerto espacial Vandenberg en California. El vehículo será enviado a la atmósfera terrestre montado en un cohete Atlas V de United Launch Alliance, el mismo que pondrá en órbita al satélite Joint Polar Satellite System-2 que usará el Instituto del Océano y la Atmósfera para sus estudios.
Tras desprenderse el JPSS-2, LOFTID se liberará para ensayar una maniobra de reentrada y descenso a nuestro planeta, ya que nuestra atmósfera es menos complicada que la marciana. Durante esta prueba, se transmitirán datos en tiempo real y los sensores y cámaras instalados podrán obtener más información tras ser recuperada cuando se lleve a cabo el reingreso. El prototipo desplegará un paracaídas y amerizará de forma controlada en el Océano Pacífico, permitiendo su recuperación.