Jefe del centro que desarrolla la segunda vacuna rusa contra el covid-19 habla sobre su eficacia y explica por qué se necesitan varios fármacos
Los científicos del centro esperan recibir en septiembre de este año los resultados de las pruebas que demuestren la seguridad de la vacuna
El director general del Centro Estatal de Investigación en Virología y Biotecnología Véktor, con sede en la ciudad rusa de Novosibirsk, Rinat Maksiútov, afirmó que la vacuna contra el coronavirus, EpikVacCorona, que el establecimiento está desarrollando, mostró su eficacia durante los ensayos preclínicos, agregando que los especialistas esperan obtener en septiembre todos los resultados necesarios para el registro del fármaco.
Al ser preguntado durante una entrevista con Rossíiskaya Gazeta, emitida este 24 de agosto, sobre por qué se desarrollan varias vacunas contra el coronavirus, Maksiútov indicó que, cuando se trata de un patógeno nuevo, no se puede decir con seguridad «qué plataforma técnica permitirá recibir el fármaco más efectivo y seguro para la prevención de la enfermedad». Destacó que el desarrollo de varias vacunas amplía las oportunidades para su uso en diversos grupos de pacientes, así como la producción por varias organizaciones «permite aumentar la accesibilidad» del fármaco.
El centro Véktor consideraba al principio 6 variantes de la vacuna —tres vectoriales, una subunitaria, una de ARNm y una peptídica—, pero eligió este último tipo para probarlo en los ensayos posteriores. En ese contexto, Maksiútov señaló que la vacuna peptídica se compone de fragmentos cortos de proteínas virales que fueron sintetizados de manera artificial y son detectados por el sistema inmunológico.
«La vacuna peptídica única del Centro Estatal de Investigación en Virología y Biotecnología Véktor de Rospotrebnadzor [el servicio que protege los derechos del consumidor en Rusia] —EpiVacCorona— demostró una gran eficiencia durante los ensayos preclínicos y pasa por pruebas clínicas», dijo.
Los voluntarios se sienten bien
Respecto a las pruebas clínicas de la vacuna, el jefe del centro afirmó que se llevan a cabo en dos etapas. La primera es «una investigación abierta», cuando los voluntarios saben qué fármaco reciben. 14 voluntarios fueron vacunados en esta etapa y todos se sienten bien ahora, reiteró. La segunda fase es una investigación ciega, cuando los pacientes no saben si reciben un prototipo de la vacuna o un placebo. Un total de 86 personas participaron en esta fase de las pruebas: la mitad de ellas fue inyectada con un placebo, mientras el resto recibieron el medicamento. Todos también están ahora bajo observación médica y tampoco presentan problemas de salud.
De acuerdo con Maksiútov, los científicos del centro esperan recibir en septiembre de este año los resultados de las pruebas que demuestren la seguridad de la vacuna y su inmunogenicidad (la capacidad de un antígeno de activar el sistema inmunitario y provocar una respuesta inmune), necesarios para el registro del fármaco.
Señaló que tras la finalización de las pruebas clínicas será presentado un informe, mientras que los datos recibidos serán publicados en revistas científicas. Además, dio a conocer que de momento está previsto que el centro Véktor produzca el fármaco.