Hallan tres nuevas lunas diminutas en la órbita de Urano y Neptuno
Todas las nuevas lunas de Urano y Neptuno tienen órbitas distantes, excéntricas e inclinadas, lo que sugiere que fueron capturadas por la gravedad de estos planetas durante o poco después de que se formaran a partir del anillo de polvo y escombros que rodeaba a nuestro Sol en su infancia.
El Centro de Planetas Menores de la Unión Astronómica Internacional ha dado a conocer un emocionante descubrimiento: una nueva luna de Urano y otras dos en Neptuno, marcando un hito en la exploración espacial. Este hallazgo representa un avance significativo en nuestro entendimiento del sistema solar exterior.
El astrónomo Scott S. Sheppard de Carnegie Science, quien lideró la investigación, describió estas lunas recién descubiertas como las más tenues detectadas alrededor de los planetas gigantes de hielo. Utilizando tecnología avanzada y un meticuloso procesamiento de imágenes, Sheppard y su equipo revelaron estos objetos celestiales que anteriormente habían pasado desapercibidos.
El aumento en el número de lunas de Urano ha sido notable, alcanzando ahora un total de 28. La más reciente entre ellas, provisionalmente llamada S/2023 U1, se estima tener apenas 8 kilómetros de diámetro y requiere aproximadamente 680 días para completar una órbita alrededor del planeta azul. Siguiendo las convenciones de nomenclatura, eventualmente recibirá el nombre de un personaje de una obra de Shakespeare.
El proceso de descubrimiento no fue menos fascinante en Neptuno, donde Sheppard y su equipo identificaron dos nuevas lunas. La más brillante de ellas, designada provisionalmente como S/2002 N5, tiene un tamaño aproximado de 23 kilómetros y orbita al gigante de hielo en un periodo de casi 9 años. Por otro lado, la luna más tenue, temporalmente denominada S/2021 N1, tiene aproximadamente 14 kilómetros de diámetro y completa una órbita cada 27 años.
Los métodos de observación y seguimiento empleados para confirmar estas lunas, especialmente las más débiles, fueron rigurosos y exigieron la colaboración de varios observatorios y expertos. El descubrimiento y seguimiento de estas lunas han permitido a los astrónomos profundizar en la historia de cómo se formaron y capturaron estos cuerpos celestes en el sistema solar exterior.
Sheppard enfatizó la importancia de comprender mejor la evolución de estas lunas exteriores, lo que podría arrojar luz sobre la formación y desarrollo de los planetas gigantes de hielo. Este emocionante descubrimiento refuerza la creciente fascinación y comprensión de nuestro vasto universo y subraya la importancia continua de la exploración espacial en la expansión de nuestro conocimiento científico.