Detrás de la Vía Láctea, detectan una gigantesca estructura de 1.400 millones de años luz de largo
Los investigadores advierten que es posible que aún no hayan descubierto el tamaño total de esta estructura cósmica, que ha permanecido oculta de los telescopios.
Una de las mayores estructuras espaciales descubiertas hasta ahora por el hombre ha sido revelada en un nuevo mapa tridimensional del universo, realizado por un equipo internacional de astrónomos. Se trata de una “muralla” que tiene un largo de 1.400 millones de años luz. Para tener una idea de su descomunal tamaño, cabría considerar que el Sol se encuentra a solo 8 minutos y 19 segundos luz de la Tierra (lo que tarda su luz en llegar a nuestro planeta).
Los autores del descubrimiento, publicado recientemente en The Astrophysical Journal, la han denominado “Muralla del Polo Sur”, por la región de la esfera celeste donde se encuentra. Su artículo explica que cientos de miles de galaxias conforman esta estructura, que ha permanecido oculta de los telescopios porque la mayor parte de ella, desde nuestra perspectiva, se encuentra a unos 500 millones de años luz de distancia detrás de la Vía Láctea, nuestra propia galaxia.
Investigaciones previas demostraron que las galaxias se agrupan en una especie de “telaraña cósmica”. Las inmensas hebras de hidrógeno que la conforman se cruzan unas con otras —como en las telas de araña— formando nudos más compactos y en los que el número de galaxias es mayor. Pero a ambos lados de cada hebra existen enormes vacíos en lo que no existe ningún tipo de materia observable.
El equipo liderado por Daniel Pomarede, autor principal de este estudio, utilizó los datos de las observaciones más recientes para averiguar qué hay en una región llamada “Zona de Oscurecimiento Galáctico”, la parte del cielo oculta a causa del brillo de la Vía Láctea.
Para ello, observaron los movimientos de las galaxias mediante su desplazamiento hacia el hacia el rojo (la velocidad a la que se alejan de la Tierra), así como los “bailes” que se producen entre ellas debido a la atracción generada por la gravedad. De esa manera, los astrónomos lograron tener una idea de la distribución tridimensional de la materia dentro y alrededor de la misteriosa región.
Con dichos datos, elaboraron un mapa tridimensional que muestra una extraordinaria burbuja de materia centrada en la parte más al sur del cielo, con dos gigantescos brazos: uno se extiende hacia el norte, en la dirección de la constelación Cetus, y otro hacia la dirección opuesta, hacia la constelación Apus.
A pesar de la magnitud de su tamaño, los autores reconocen que es posible que aún no hayan descubierto el tamaño total de la Muralla del Polo Sur. “No estaremos seguros de su alcance total hasta que hagamos mapas del universo en una escala significativamente mayor”, escribieron en el documento.