Descubren que el centro del sistema solar no está donde todos pensaban
Científicos ubicaron con suma precisión el centro de gravedad del sistema planetario.
El sistema solar es tan inmenso y los planetas tan pequeños en comparación que resultaría imposible poder verlos en un esquema fiel a la realidad. Además, en el imaginario popular el Sol está quieto y los planetas moviéndose alrededor. Pero mucho de lo que se cree no es tan así y un último descubrimiento justamente va en esa línea.
El Sol no está quieto: gira alrededor de la galaxia a una velocidad de 828.000 kilómetros por hora, con lo que tarda unos 225 millones de años en completar una vuelta completa.
Si se pudiera ver el sistema solar desde un lateral, parecería que todo el conjunto se mueve en una maravillosa hélice. Pero es que ni siquiera el Sol está exactamente en el centro.
Se sabe, el sistema solar gira alrededor de un centro de gravedad o baricentro, un punto en el que la influencia de la masa de todos los objetos se equilibra, explica ABC. Y debido a que el Sol no es el único objeto que constituye el sistema solar, el centro del conjunto no coincide con el centro de la estrella.
De hecho, se podría hacer un paralelo: la Luna no gira alrededor de la Tierra sino que ambos lo hacen en torno a un centro de gravedad común ubicado a 4.600 kilómetros del centro de la Tierra.
Precisamente un grupo de investigadores logró esta semana localizar con precisión este baricentro del sistema solar. Fue a través de una decena de púlsares, estrellas de neutrones que envían pulsos de radiación a la Tierra con tanta precisión que sirven como auténticos relojes galácticos.
Tras el descubrimiento, difundido a través de la revista Astrophysical Journal, los expertos esperan detectar las ondas gravitacionales que proceden de agujeros negros supermasivos en el centro de galaxias lejanas.
Como una telaraña
Stephen Taylor, investigador en la Universidad Vanderbilt en Estados Unidos y coautor del trabajo, señaló que con este estudio de los púlsares están intentando parecerse a una araña quieta en su tela.
Y fue más allá en la explicación: «Comprender bien el baricentro del sistema solar nos permitirá detectar incluso el más pequeño estremecimiento en la red», agregó.
De esta manera, sostiene, el estremecimiento de la «tela de araña» no se producirá por la captura de un insecto volador sino por el eco de ondas gravitacionales.
El centro de gravedad del sistema solar se había calculado antes por transmisores y posibles posiciones de los planetas. Pero esta tarea requiere de mucha más precisión.
«Los errores en las masas y las órbitas se traducirían en distorsiones en los datos de los púlsares», apunta Joe Simon, investigador en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) en Pasadena, California.
Precisión clave
Los autores del estudio detectaron la posición del centro del sistema solar con una precisión de 100 metros, lo que implica un margen increíblemente mínimo teniendo en cuenta las dimensiones del Sol.
La influencia de Júpiter y Saturno, que reúnen el 90% de la masa de todos los planetas, desplaza desplaza entonces al centro desde justamente el centro del Sol hacia su superficie.
Para Taylor, concluye ABC, poder observar las ondas gravitacionales de agujeros negros supermasivos representaría «ganar una visión más holística de todos los tipos de agujeros negros en el universo». Lo que se traduce en un mejor estudio de la evolución de las galaxias .