Científicos despiertan un virus que estuvo congelado 48.500 años
Tras hallar al virus en el permafrost de Siberia, lo llevaron a su laboratorio, donde comenzó a infectar células y a replicarse.
Un equipo liderado por científicos de la Universidad de Aix-Marsella (Francia) ha ‘revivido’ un virus que estuvo 48.500 años atrapado en el permafrost (capa de suelo congelado) de Siberia, Rusia.
De acuerdo con el estudio, subido a la plataforma de preimpresión bioRxiv, este patógeno es un Pandoravirus yedoma, un tipo de virus gigante. Fue encontrado en una muestra de permafrost en el fondo de un lago de 16 metros de profundidad.
Este y otros 12 virus, extraídos de otras muestras de suelo, cadáveres de mamuts y de lobos de miles de años, fueron llevados al laboratorio, donde, tras reactivarse, comenzaron a infectar y replicarse en amebas, organismos unicelulares muy antiguos que viven en la superficie y el agua.
Dado que las amebas son eucariotas, el tipo de célula presente en la mayoría de especies en la Tierra (incluido la humana), los científicos destacan el potencial de estos virus para infectar otras formas de vida.
En 2014, algunos integrantes de este equipo despertaron un virus de 30.000 años de antigüedad hallado en el permafrost siberiano. En la nueva investigación participaron también instituciones de Rusia y Alemania.
Los virus que acaban de aislar tienen de 27.000 años a más. En tanto, el de 48.500 años es el más antiguo despertado hasta ahora.
Los autores aclaran que su estudio busca conocer las potenciales amenazas que acechan en la superficie terrestre, ya que una infinidad de microbios antiguos congelados (bacterias, virus, arqueas, etc.) se pueden estar liberando a causa del calentamiento global. En ese sentido, sugieren que se intensifique la investigación al respecto.
“Como lamentablemente está bien documentado por pandemias recientes (y en curso), cada nuevo virus, incluso relacionado con familias conocidas, casi siempre requiere el desarrollo de respuestas médicas altamente específicas, como nuevos antivirales o vacunas”, escribieron en su artículo.
“No existe un equivalente a los ‘antibióticos de amplio espectro’ contra los virus debido a la falta de procesos farmacológicos universalmente conservados en las diferentes familias virales. Por lo tanto, es legítimo reflexionar sobre el riesgo de que las antiguas partículas virales sigan siendo infecciosas y vuelvan a circular por el deshielo de las antiguas capas de permafrost”, agregaron.