Nueve desarrolladores de potenciales vacunas contra la COVID-19 prometen rigor científico
Las biofarmacéuticas se comprometieron a “presentar solo una solicitud de autorización tras haber demostrado la seguridad y eficacia de la eventual vacuna en la fase 3”.
Nueve directores de empresas que desarrollan vacunas contra la COVID-19 firmaron este lunes 7 de septiembre un compromiso de respetar el más alto rigor científico, una respuesta implícita a las preocupaciones surgidas en Estados Unidos sobre la posible presión del presidente Donald Trump para que se autorice una vacuna antes de la elección presidencial.
“Nosotros, las compañías biofarmacéuticas abajo firmantes, deseamos reiterar nuestro compromiso continuo de desarrollar y probar vacunas potenciales contra la COVID-19 de acuerdo con altos estándares éticos y principios científicos rigurosos”, dijeron en un comunicado conjunto los directores ejecutivos de AstraZeneca, BioNTech, GlaxoSmithKline, Johnson & Johnson, Merck Sharp & Dohme, Moderna, Novavax, Pfizer y Sanofi.
Estas compañías se comprometen a “presentar solo una solicitud de autorización, o autorización de emergencia, después de haber demostrado la seguridad y eficacia de la vacuna en el contexto de un ensayo clínico de fase 3 diseñado y realizado con el fin de cumplir con las condiciones establecidas por las autoridades reguladoras como la FDA (la Agencia de Medicamentos de Estados Unidos)”.
Precisamente, sobre la FDA se centran las preocupaciones de varios expertos y exfuncionarios de la salud de Estados Unidos, después de que la entidad haya autorizado para uso de emergencia, a pesar de la falta de evidencia rigurosa, dos tratamientos contra el coronavirus: la hidroxicloroquina (autorización posteriormente revocada) y el plasma sanguíneo de pacientes recuperados, ambos promocionados por Trump.
El candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, acusó a Trump durante los últimos días de “socavar la confianza popular” al hablar en repetidas ocasiones sobre la posibilidad de tener una vacuna antes de las elecciones del 3 de noviembre.
El jefe de la FDA, por su parte, garantizó un proceso puramente científico para juzgar la efectividad de una vacuna. Los comités de expertos independientes estadounidenses supervisan los ensayos clínicos de las vacunas Moderna y Pfizer.
La FDA depende de estos comités independientes y de los fabricantes de vacunas, quienes deben presentar una solicitud de autorización.
Según Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas, no se espera que los resultados de estas pruebas se conozcan hasta los últimos dos meses del año.
“Es extremadamente improbable, pero no imposible (que haya resultados antes de las elecciones)», dijo a la radio NPR el científico jefe del equipo de la Casa Blanca para la producción de vacunas, Moncef Slaoui.