Privadas de libertad confeccionan mascarillas y aceleran producción de sábanas para hospitales
Preparan ropa para el personal médico, mantillas reutilizables para bebés, bolsos para la ropa del Hospital Nacional de Niños, mantas para el instrumental médico y sábanas.
Muy concentradas frente a sus máquinas de coser, las mujeres privadas de libertad del Centro de Atención Institucional Vilma Curling trabajan en la confección de 2.500 mascarillas de tela, esto con el fin de dotar a sus compañeras y a la Policía Penitenciaria de este insumo en el marco de la emergencia sanitaria por el Covid-19.
Son 15 mujeres que laboran de lunes a viernes en el taller industrial y quienes decidieron donar su trabajo, todos los sábados, para producir mascarillas de la más alta calidad, cumpliendo con las recomendaciones que indica el Ministerio de Salud.
Entre semana, este grupo de trabajadoras prepara materiales para la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS): ropa para el personal médico, mantillas reutilizables para bebés, bolsos para la ropa del Hospital Nacional de Niños, mantas para el instrumental médico y sábanas… muchas sábanas.
Esta semana, por ejemplo, entregaron 2.400 de ellas ante la alta demanda de los centros médicos. “Son de excelente calidad. El proceso de fabricación es constante”, contó Amparito Durán, funcionaria del Ministerio de Seguridad Pública que ayuda a coordinar la producción.
Desde finales de abril y con la ayuda de 25 máquinas de coser donadas por el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), el Ministerio de Justicia y Paz firmó un convenio con la CCSS para la elaboración de prendas de uso hospitalario.
Mascarillas. Por otra parte, los trabajos de confección de las mascarillas comenzaron con dos privadas de libertad que reciben un incentivo económico simbólico, pero 15 de sus compañeras no dudaron en echarles una mano y colaborar en la producción de las mascarillas.
Hoy son 17 mujeres las que trabajan fuertemente en la elaboración de este insumo para entregarle a cada privada de libertad una bolsa de tela con dos mascarillas reutilizables que serán empleadas en los distintos procesos de atención técnica que se llevan a cabo en el centro penal.
Además, se le entregarán dos mascarillas al personal de la Policía Penitenciaria que labora en este CAI y se mantendrá un stock de los cubrebocas para darle a los nuevos ingresos, esto como parte de los implementos de higiene que el centro penal les suministra.
Esta iniciativa surge de las privadas de privadas de libertad, quienes por medio del Comité financiaron la compra de la materia prima para producir estos artículos de protección para toda la población del centro.
‘’Este es un proyecto que nace a lo interno del centro penitenciario Vilma Curling, en aras de proteger a las mujeres privadas de libertad y al personal de este CAI del Covid-19. Esto es un reflejo de la solidaridad que tienen estas mujeres con sus compañeras, colaborando con la emergencia sanitaria y dotando a la población de mascarillas higiénicas’’, indicó Andrés González, subdirector del CAI Vilma Curling.
Desde que se inició la pandemia, el área de Salud del CAI le ha brindado a la población charlas e información en pizarras sobre el Covid-19 y recomendaciones sobre el uso de las mascarillas. También se fabrican cubrebocas en el CAI Limón, CAI Jorge Arturo Montero y la UAI 20 de diciembre (Pococí).