Mujer es atacada con pegamento y se queda sin cabello
Hace unos días la mujer fue sorprendida por un hombre que llegó a su casa y llenó su cabeza de un pegamento corrosivo que la dejó sin cabello.
Marcela Tascón es una mujer colombiana de 31 años que vive con su familia en España desde que tenía 11 años. Nunca había sido víctima de ningún tipo de agresión hasta hace pocas semanas, que fue sorprendida por un hombre que llegó a su casa y llenó su cabeza de un pegamento corrosivo que la dejó sin cabello.
La agresión ocurrió el pasado 16 de julio en su propia vivienda ubicada en la ciudad española de Valencia. Marcela había recibido una llamada telefónica de una mujer colombiana mientras trabajaba en su centro de estética, ella le pidió su dirección con la excusa de que quería que le hiciera una limpieza facial.
Ya en su vivienda, sonó el timbre y al abrir ve a un joven con gorra roja y un ramo de flores, quien le asegura que «traía un encargo» para ella. Acto seguido, le tira el ramo a los pies y le coloca un gorro de tela lleno de un fuerte pegamento sobre la cabeza, todo frente a su hijo de 8 años de edad.
Mi hijo se puso muy nervioso y yo empecé a sentir que me caía algo que me quemaba por la cara y por la cabeza», relató.
El gorro en cuestión contenía una mezcla de un pegamento altamente abrasivo que comenzó a quemar su frente y cuero cabelludo. El hombre se había ido corriendo apenas le puso el gorro en la cabeza.
Al ver lo que estaba sucediendo, la mujer acude junto a su hijo al hospital local, donde lo único que pudieron hacer por ella fue afeitarle la cabeza y curar su piel de las quemaduras.
Tras salir del hospital, presentó su denuncia ante la Guardia Civil y la policía local, aunque afirma que han pasado varios días y nadie ha acudido a recoger las muestras.
Marcela asegura saber quién fue la persona que ordenó el ataque, una mujer que supuestamente la atacó por motivos de celos. Explicó que este tipo de agresiones fue muy popular en Colombia durante la década de 1990, donde le llamaban «hacer el champú», y consistía en vertir pegamento o incluso ácido sobre a víctima.
Sin embargo, cabe decir que es la primera vez que un ataque como este es registrado en España.
A varias semanas del ataque, el cabello de Marcela ha comenzado a crecer mientras ella se recupera lentamente de las secuelas emocionales que le dejó la amarga experiencia, a la vez que teme algún tipo de nueva represalia por parte de sus atacantes.