El coronavirus volvió a Nueva Zelanda
Cuando la batalla se creía ganada, dos inglesas encendieron todas las alarmas en Nueva Zelanda.
Nueva Zelanda ha confirmado este martes la existencia de dos casos de coronavirus en el país, ambos importados, registrados ocho días después de dar por recuperado el último caso activo y 25 jornadas desde el último detectado, y luego de que la actividad haya vuelto casi a la normalidad, incluso sin distanciamiento social en espectáculos deportivos al aire libre.
Así lo ha comunicado el director general de Salud de Nueva Zelanda, Ashley Bloomfield, que ha especificado que se trata de dos mujeres de la misma familia procedentes de Reino Unido que han viajado a Wellington a visitar a un pariente, que ha fallecido finalmente.
Bloomfield, que ha precisado que se les hizo la prueba diagnóstica del coronavirus este lunes, ha explicado que ambas mujeres se encuentran en aislamiento en Wellington y que habían volado de Reino Unido a Brisbane, con escala en Doha, llegaron a Auckland y de ahí a Wellington. Hicieron el viaje el 13 de junio en un vehículo privado.
En Wellington sólo han tenido contacto con el miembro de su familia y, según Bloomfield, las mujeres en cuestión han tenido cuidado para no poner a nadie en riesgo. «En este caso, las mujeres han hecho todo lo que se les ha pedido», ha dicho en una rueda de prensa, recogida por el diario ‘New Zealand Herald’.
El 8 de junio, Nueva Zelanda anunció que no había casos activos registrados de la COVID-19 en el país, después de que la última paciente, una mujer de Auckland, no mostrara síntomas de la enfermedad en 48 horas. Hacía 17 días desde que se había informado del último caso en Nueva Zelanda, donde se han confirmado 1.506 positivos y 22 muertes.
Los nuevos casos desataron una carrera para testear a todos los posibles contactos de las dos mujeres, que fueron aisladas, dijo el Ministerio de Salud de ese país.Entre las personas que serán estudiadas se incluyen un miembro de la familia, personal del hotel donde están aisladas, personas y tripulantes que venían en el mismo vuelo, informó BBC.
En tanto, el funeral del padre fue aplazado hasta que se recuperen hasta dentro de al menos 14 días, cuando finalice el confinamiento de las mujeres.
El fin de semana pasado, el regreso del Super Rugby en ese país había sido noticia mundial por la presencia de 43.000 personas en un estadio, sin barbijos, sin distanciamiento social y sin nada que pueda asociarse con una percepción de la actualidad, para ver el cruce entre el local Auckland Blues y los Wellington Hurricanes.