Islandia, ¿el primer país europeo en derrotar al coronavirus?
Se acerca ya a las tres semanas sin ningún muerto por Covid-19 y en los últimos siete días ha registrado sólo tres casos nuevos.
¿Será Islandia el primer país europeo en ganarle la partida al coronavirus? Las estadísticas son alentadoras para la isla del Atlántico norte, que se acerca ya a las tres semanas sin ningún muerto por Covid-19 y que en los últimos siete días ha registrado sólo tres casos nuevos. Desde que se detectó el primer contagio el 28 de febrero, Islandia, con 364.000 habitantes, ha contabilizado 1.801 positivos, de los que 1.765 ya están oficialmente recuperados. Sólo ha habido diez muertos (el último el 19 de abril), y sólo quedan tres pacientes hospitalizados, ninguno de ellos en cuidados intensivos.
Las cifras indican que Islandia ha logrado noquear al virus y confirman la efectividad de su estrategia basada en tests masivos. Este país lidera el ranking mundial de tests por millón de habitantes, con más de 53.000, lo que supone que un 15% de los islandeses ha tenido acceso a una prueba de detección. Esto ha permitido a las autoridades controlar y contener la propagación de la epidemia.
“Desde el principio decidimos que seríamos muy agresivos en hacer tests, aislar a los infectados y rastrear y poner en cuarentena a sus contactos. Sumado a las restricciones y al comportamiento de nuestra comunidad ha sido un éxito”, afirma el epidemiólogo jefe de Islandia, Thorolfur Gudnason, a la cadena pública RÚV. Más de 19.000 personas (más de un 5% de la población) ha completado una cuarentena de dos semanas, y casi el 60% de los positivo ya estaban aislados cuando fueron diagnosticados, lo que “resalta la efectividad de las medidas para combatir la propagación de la enfermedad”, según resalta el Gobierno.
El de Islandia es el éxito de una cooperación público privada, ya que un tercio de las pruebas las ha realizado la biofarmacéutica Code Genetics, una de las líderes mundiales en el análisis y comprensión del genoma humano. La compañía ha ofrecido tests gratuitos y voluntarios a la población general, tuviera o no síntomas de la Covid-19.
Nos ha sorprendido gratamente la rápida desaceleración de la pandemia en Islandia”, admite Gudnason. Ante esta evidente mejoría, el Gobierno ha empezado a levantar algunas de las restricciones implementadas a mediados de marzo, cuando tenía menos de 200 casos confirmados y ningún fallecido. Desde el lunes se permiten reuniones de hasta 50 personas (el límite estaba en 20), aunque sigue imponiéndose la norma de los dos metros de distancia; también han podido reabrir algunos negocios como peluquerías y dentistas, y todas las actividades infantiles han vuelto a la normalidad.
Las guarderías y escuelas de primaria no han cerrado en ningún momento, pero sí que se prohibieron las actividades deportivas. Los institutos y universidades también han reabierto esta semana, aunque con ciertas limitaciones, y se prevé que las piscinas públicas y los gimnasios reanuden su actividad el 18 de mayo.
A la primera fase de tests masivos para detectar el virus le sigue ahora una segunda etapa para detectar la presencia de anticuerpos entre la población general para intentar determinar la prevalencia de la infección. El primer paso será pedir una muestra voluntaria de sangre a quienes vayan a hacerse extracciones para otros propósitos, según ha explicado Gudnason, que calcula que menos del 5% de los islandeses se ha contagiado. “Hemos tenido mucho éxito en parar la propagación del virus”, insiste, lo que supone que la gran mayoría de la población sigue siendo vulnerable ante un eventual rebrote.
Por este motivo el Gobierno prevé que la apertura sea gradual, probablemente durante todo el verano, lo que levanta dudas entre el sector turístico, que aporta alrededor del 40% de los ingresos por exportaciones del país. De momento, todo el que llega a Islandia desde el extranjero debe pasar 14 días de cuarentena. “Estamos estudiando si esta medida se puede relajar de alguna forma”, dice Gudnason, aunque subraya que hay que ser capaces de asegurar que quienes entren no estén infectados.
“Es un gran reto: incrementar el turismo al mismo tiempo que garantizamos la seguridad de los islandeses”, admite. ¿Qué pasa con los que tienen vacaciones planeadas en Islandia para julio?, le pregunta el periodista de RÚV. “Queda mucho para julio”, responde. De momento, el sector se prepara para una temporada de verano sostenida prácticamente sólo por el turismo interno.