Más de dos millones de abejas mueren en una intoxicación masiva en Esparza, Puntarenas
La muerte de estas abejas representa una pérdida millonaria para los propietario a del apiario.
En apariencia, el episodio de contaminación se produjo al aplicarse insecticidas a unas canoas para alimentación de ganado bovino, como medio para eliminar las abejas que llegaban a alimentarse de la caña de azúcar allí servida.
Entre dos y tres millones de abejas han muerto a causa de una intoxicación masiva en la localidad de Esparza de Puntarenas, en donde han sido afectadas las 25 colmenas de la finca llamada El Salitral. El suceso fue advertido el viernes por los propietarios en una visita rutinaria.
La muerte de estas abejas representa una pérdida de 10 millones de colones para los propietario apiario .
La mortandad masiva afectó tanto a las abejas pecoreadoras como a las nodrizas, es decir, aquellas que se encontraban en el campo, como a las que por su corta edad permanecen dentro de su colmena.
Además, hubo una incidencia casi total entre las crías que se encontraban por nacer, indica a Apicultores de Costa Rica Camilo Barrantes, médico veterinario que atiende la emergencia y condueño afectado.
‘’Estos sucesos son muy lamentables, sobre todo siendo del conocimiento común que en la zona hay muchos apiarios, cuyas abejas pueden volar hasta una distancia de tres kilómetros en busca de alimento. Todo esto es un acto criminal, realizado por personas que no tienen escrúpulos ni nada’’, añade Barrantes.
De acuerdo con Orlando Delgado, copropietario del apiario, ‘’el problema se agrava porque en esta época las plantas ya no tienen floración, de manera que las abejas se ven forzadas a recurrir a cualquier fuente en busca de alimento para afrontar la época invernal.
Lo más lamentable es que la mortandad de abejas impresiona ser un acto deliberado y que en apariencia se utilizó un insecticida autorizado para uso agrícola, cuyo ingrediente activo es el Fipronil, el cual sería altamente tóxico para las abejas y otros insectos.
No olvidemos que los insecticidas han sido diseñados para matar y las abeja son insectos’’, añade.
‘’No obstante, cada vez se prohíben más algunos de los productos fitosanitarias’’, admite Delgado, que ha denunciado estos hechos ante las Autoridades Competentes.
La tragedia con mis abejas ha sido más grave de lo que uno se podría imaginar.
‘’Las abejas y los productos de la colmena son mi fuente de ingresos: la mía y de mi familia. Vivimos de y para las abejas. Esta masacre me supone una pérdida de unos 10 millones de colones, sin contar con la miel que dejaré de producir’’, ha afirmado el señor Delgado.
‘’Los ganaderos no se dan cuenta de que ellos mismos se hacen daño. Necesitan a mis abejas y a los demás polinizadores’’ ha concluido.
Alertada por la ocurrencia de los hechos, personeros de Apicultores de Costa Rica, se desplazaron hasta Esparza, donde fueron testigos de la gran mortandad de abejas en el sitio.