Fans humillan a la esposa de Arturo Peniche por su físico
El famoso galán de telenovelas presume tener un sólido matrimonio desde hace casi 40 años con su esposa Gaby.
Por muchos años, Arturo Peniche ha sido un galán de telenovelas y ha protagonizado decenas de melodramas junto a hermosas mujeres de la farándula mexicana, entre ellas Thalía.
El actor se convirtió, por su talento y atractivo, en uno de los actores más cotizados de su época en Televisa. Sin embargo, su corazón siempre perteneció a una sola mujer, su esposa Gabriela Ortiz.
Durante una entrevista, el contó que su historia de amor comenzó en 1982 cuando se conocieron por un amigo en común.
Según el artista, Gaby lo flechó al instante y aún la sigue amando profundamente, pues llevan casi 4 décadas de matrimonio y tienen dos hijos en común; Khiabet y Brandon Peniche, quien heredó los genes de su papá como actor y ahora conductor de Venga la Alegría.
El actor ha confesado que nunca ha caído en tentación de serle infiel a su esposa Gaby a pesar de estar constantemente rodeado de mujeres hermosas.
‘’Claro que he tenido antojos, no estoy ciego y cuando veo una mujer con cuerpazo y bella, claro que he pensado muchas cosas, pero en la vida he sido más leal que fiel, mi esposa merece todo mi respeto y puedo presumir que duermo tranquilo, porque no porque te llene la pupila una mujer, tienes que estar con esa mujer, para nada, mi esposa es la mujer más hermosa que he conocido y la relación que llevamos es única’’, reveló.
Críticas
Pese a las bellas palabras que él le dedica a su pareja, los usuarios han hecho caso omiso a ellas y decidieron criticar la apariencia de su esposa con crueles burlas.
Debido a que Gaby ha decidido permanecer sin ‘’arreglitos’’, como muchas celebridades, en redes la compararon con el famoso personaje ‘’La India María’’, interpretada por la fallecida actriz María Elena Velasco, solo por su tez morena.
Pero no todo ha sido malo, pues miles de seguidores del mexicano no tardaron en defender a la pareja, asegurando que quienes les critican solo lo hacen por envidia.