El avispón asesino que causa pánico también es un crujiente y picante aperitivo gourmet
En Japón, donde demostraron su ferocidad, es una delicia muy solicitada
Redacción
Publicado: mayo 6, 2020
Se trata, ni más ni menos, que de otra muestra de las diferencias culturales que existen entre oriente y occidente. Así es como un «insecto monstruoso» que está causando pánico entre los estadounidense es, al mismo tiempo pero a medio mundo de distancia, para los japoneses una delicia picante y crujiente, fuente de proteínas baratas.
El protagonista es el ya famoso avispón asesino, cuyo descubrimiento en la costa este provocó fuerte preocupación entre las autoridades y científicos porque puede decapitar abejas y eventualmente matar humanos. Sin embargo, en Japón, donde ya ha matado personas, este insecto es un codiciado aperitivo gourmet.
Este tipo de avispa tiene un tamaño de unos cinco centímetros y una envergadura alar de siete centímetros y medio. Además, pueden usar sus mandíbulas con forma de aletas de tiburón para eliminar una colmena de abejas en cuestión de horas, decapitándolas y volando con los cuerpos para alimentar a sus crías.
Si bien generalmente no son agresivos con las personas o las mascotas, los avispones pueden atacar si son provocados, dicen las autoridades, y matar a personas en circunstancias extremas.
En 2013, entre julio y octubre, los insectos mataron a 41 personas e hirieron a 1.600 en la provincia de Shaanxi, Japón, durante una temporada de avispas particularmente mala, según informó la BBC.
No obstante, desde hace muchos años también es consumido por los japoneses de una variedad de formas y es sumamente valorado como una fuente natural de proteínas baratas, e incluye la creencia que «te hace potente».
Así entonces, tanto los japoneses como los estadounidense los buscan con vigor, aunque por motivos diferentes.
En Estados Unidos han iniciado una búsqueda y exterminio a gran escala de los avispones para evitar que se establezcan en el país y acaben con las colmenas de abejas. «Esta es nuestra ventana para evitar que se establezca», aseguró Chris Looney, entomólogo del Departamento de Agricultura del Estado de Washington, que advirtió que «si no podemos hacerlo en los próximos años, probablemente no se pueda hacer».
En tanto, en Japón, los cazan también, pero para comérselos. «Dejan una sensación de calor y hormigueo cuando se comen», informa el New York Times, que agrega que cuando se cuecen al vapor con arroz crean un plato llamado hebo-gohan. Su cadáver ahogado y veneno conservado también son ingredientes clave en algunos tipos de shochu, un licor claro destilado de Japón.
Actualmente, más de 30 restaurantes en Tokio tienen avispones gigantes en el menú. Shota Toguchida, propietaria de un restaurante chino en esa ciudad, vende lo que es esencialmente alcohol de lunares por 2.000 yenes (alrededor de 19 dólares). «Parece sorprendente, pero sabe muy bien», le contó al Times.
Un festival en la prefectura de Gifu, un estado en la región central de Chubu, llamado Kushihara Hebo Matsuri, está dedicado a los platos atrevidos. Como cualquier feria estatal, los premios se otorgan a los nidos más grandes, que luego se subastan a los valientes postores.
Los asistentes al festival conocen muy bien los riesgos.
Un volante del 2018 incluso advirtió a los invitados que «tengan mucho cuidado para evitar ser picados», y agregó que los organizadores «no tienen absolutamente ninguna responsabilidad» en caso de que alguien sea herido o asesinado por un avispón. Se sabe que los gobiernos locales emiten avisos similares en la primavera, diciéndoles a los ciudadanos que tengan cuidado con los «avispones gigantes» y eviten los perfumes y lacas para el cabello para no atraer a la avispa descomunal.
Los recolectores caminan por los bosques para buscar nidos de avispones gigantes con un pedazo de pez para tentar al insecto. Cuando la avispa ataca un trozo de carne, los cazadores los persiguen hasta el nido. Luego usan humo para desorientar a los insectos y motosierras para extraer la colonia.
El veterano exterminador Torao Suzuki, de 75 años, le dijo al Times que también vende nidos excavados para ser cortados y lacados, y exhibidos en hogares, escuelas y otras instituciones como decoración.
