Ticos entran en histeria sin fundamento y ‘limpian’ los supermercados
Sin argumentos y como si se fuesen a acabar los productos: ticos convirtieron los supermercados en los nuevos centros de aglomeración
La situación que atraviesa el planeta entero sobre el nuevo coronavirus COVID-19 sigue siendo muy complicada con cada día que pasa y nuestro país no escapa de esta situación de salud que ya ha cobrado miles de vidas a nivel mundial y ahora tiene nuevo foco en el viejo continente, lugar donde los casos se multiplican con el pasar de los días.
Cada día que pasa los casos del temido virus aumentan en nuestro país y este lunes se ubicaron en 41, al mismo tiempo en el que el Presidente de la República, Carlos Alvarado Quesada, hacía la declaratoria de emergencia nacional, al cerrar las fronteras para extranjeros y suspender el curso lectivo hasta el próximo 14 de abril, esperando que la situación mejore de aquí a unas pocas semanas.
Ticos se ‘vuelven locos’ con el estado de emergencia
Pese a que este “estado de emergencia” no significa más que mayores medidas de prevención y mayores recursos para combatir el virus, los costarricenses lo han tomado a mal y parecieran haber entrado en una clase de “histeria” colectiva en la que acuden a los supermercados a comprar suministros como si se estuviesen preparando para un largo periodo sin salir de sus hogares.
Las siguientes imágenes corresponden al supermercado Más x Menos ubicado en San Joaquín de Flores, Heredia, en donde el parqueo estaba abarrotado de personas y ni siquiera había disponibilidad de “carritos” para hacer las compras. Dentro del local se puede apreciar que los ticos han agotado el arroz, frijoles, la sal, jabón líquido de manos, alcohol en gel y gran parte de las toallas de cocina, huevos y el papel higiénico.
Compras compulsivas no tienen sentido
Ni la declaratoria de estado de emergencia ni el cierre de fronteras son fundamentos validos que indiquen que los supermercados vayan a dejar de ser abastecidos, por lo que no existe ninguna razón para ir a comprar productos como si fuesen a dejar de existir. Por lo contrario, estas personas dejan en vulnerabilidad a otros que realmente necesitarían estos insumos y podrían ser población más susceptible al nuevo coronavirus.