Aficionado compra escalera para ver el partido de Pérez Zeledón desde la calle
Las jornadas 15 y 16 de la Liga Promerica se jugarán a puerta cerrada, como parte de las directrices del Ministerio de Salud para evitar la propagación del Covid-19.
Las jornadas 15 y 16 de la Liga Promerica se jugarán a puerta cerrada, como parte de las directrices del Ministerio de Salud para evitar la propagación del Covid-19.
Algunos querían ver el partido en vivo a como diera lugar, como es el caso del comerciante generaleño Roger Mora, que tomó una curiosa medida para no perderse el encuentro entre el Municipal de Pérez Zeledón y el Deportivo Saprissa, que terminó en empate 1-1.
Mora, compró una escalera de 1,80 metros exclusivamente para ver el partido, comentó que le salió más cara que la entrada, pues tuvo que pagar 38 mil colones por ella.
Don Roger, miró todo el encuentro desde el muro del estadio Municipal sin ningún inconveniente, incluso le envió una foto a los directivos y ellos le dijeron que se la jugara.
El fiebre, invitó a varios amigos al encuentro, eso sí, cada uno debía llevar su escalera. Pero nadie lo acompañó.
Roger habló en exclusiva con el periódico ‘’La Teja’’ y asegura que vivió una experiencia única y los árbitros no le dijeron nada.
‘’Llamé a un amigo, electricista, sé que tiene escaleras y me dijo: ‘’nombres mae’’. Le dio miedo, no se animó, yo sí, agarré la escalera y me vine. Esperé a que sonara el pito para subirme. Luego el árbitro me vio y el de la Unafut y nadie me dijo nada. Pero tenía pensando decirles que estaba afuera y que no le hacía daño a nadie’’, declaró al periódico La Teja.
Don Roger, celebró el gol con una mano, porque tenía que agarrarse con la otra para no caerse. Comentó que celebrar la anotación sin aficionados es feo pero que se puede escuchar lo que se dicen los jugadores durante el partido.
‘’Escuché todo. Es diferente, más que estuve detrás de los porteros. Cuando había un tiro de esquina se dan instrucciones entre ellos: ‘’usted sale, yo me quedo’’. Con público no se pueden oír esas cosas.
Cuando los vecinos lo vieron por televisión lo empezaron a llamar, uno de ellos llegó con refuerzos (cervezas), pero don Roger no pudo aceptarle nada porque andaba medicado.
‘’Al rato llegó un amigo, llegó con cervezas y me iba a dar una, pero me acordé de las pastillas por la gripe. Según yo se me había quitado, pero me eché unos traguillos un día y fui donde el doctor y me dijo que todavía andaba pegado’’, indicó.
Al final don Roger no miró el partido solo, lo acompañó un saprissista que vio el encuentro desde la tapa de su vehículo, un vehículo marca Jeep.