¿Qué es un año bisiesto, cada cuanto ocurre?
Este febrero sumó un día más para sincronizar el calendario con la órbita del planeta. Conocé los cambios que hubo a lo largo de la historia.
La pregunta que más se hacen las personas en estos días en google es ¿por qué 2020 es un año bisiesto?, es decir, que este año habrá un día más en el calendario.
Hoy 29 de febrero google hace homenaje a los años bisiestos ¿Qué representa que el año se extienda a 366 días en lugar de los tradicionales 365?
La respuesta a esta pregunta se da mediante la astronomía, “ se suma un día más para sincronizar el calendario con la órbita del planeta”, explicó una experta de la Universidad Nacional de la Plata e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.
Se dice que la Tierra tarda 365,242 días en dar una vuelta completa alrededor del Sol, lo que se conoce como año trópico. El año trópico entonces tiene 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45,25 segundos “detalló la astrónoma”. Lo que se acordó es agregar un día cada cuatro años para compensar las casi seis horas que se pierden cada año en la medida del tiempo cronológico y el astronómico, dado por el movimiento orbital terrestre».
«Históricamente el problema se subsanó definiendo que si un año es divisible por 4, entonces es bisiesto, pero luego se ajustó, y ahora son los que son divisibles por 400».
Concluyó la experta en astronomía
El origen del año bisiesto Yendo hacia atrás en la historia, hay que remontarse al año 46 a.C. para rastrear el origen del año bisiesto. Julio César, dictador de Roma, decidió que se ajustara el calendario al girar de los cielos.
Asesorado por Sosígenes, un astrónomo de Alejandría, llegó a la conclusión de que el año no tenía 365 días, sino 365 días y un cuarto. Entonces, cada cuatro años iba a faltar un día.
Por eso agregó un día después del sexto día de las calendas de marzo (última semana de febrero). De allí vino el nombre bisextus, dado al año en que toca febrero con 29 días, nombre que, en castellano, derivó en bisiesto.
Pero el cálculo que había hecho Sosígenes pecó de poco preciso. Porque el sobrante de cada año no llegaba a las seis horas (un cuarto de día).
Hizo un redondeo para arriba y complicó todo. La diferencia, aparentemente minúscula, entre el redondeo en 365,25 días y el año astronómico de 365,242 días se tradujo en casi 12 minutos por año.
Provocó una acumulación de 10 días al llegar el siglo XVI de la era actual. Entonces, el papa Gregorio XIII resolvió empezar la cuenta de nuevo. Ese calendario, inaugurado en 1582, lleva el nombre de gregoriano y es el que rige actualmente.
Suprimió los diez días sobrantes y estableció que, para compensar las futuras diferencias, no serían bisiestos los años correspondientes a cada fin de siglo salvo los divisibles por 400, como el 2000.
Por eso el año del cambio de milenio sí fue bisiesto.
Más allá de las explicaciones científicas, las personas que nacen el 29 de febrero tienen sus estrategias para festejar sus cumpleaños.