‘’Yo la amaba con todo mi corazón, creía que los celos eran normales’’
Marvin Brenes Oviedo fue condenado a 59 años de prisión por la estrangulación que llevó a la muerte de Andrea Fernández.
Marvin Alonso Brenes Oviedo condenado a pena máxima de prisión en Costa Rica, por asesinar a su esposa, Andrea Fernández Vallejo, decidió romper el silencio y contar su versión de los hechos a Diario Extra, desde la cárcel de San Sebastián, donde se encuentra recluido.
El publicista aseguró que la muerte de su cónyuge es todo un misterio y que los medios de comunicación influyeron en la sentencia.
“Estoy tranquilo, hago ejercicio, soy cercano a Dios, lo que me ayuda a tomarme una condena tan alta. Por presión de los medios mucha gente está presa siendo inocente, algunos periodistas se abrazaban con la familia de Andrea, sacan lo que les interesaba”, declaró Marvin.
Brenes, indicó que proviene de una familia que ama la publicidad y asegura que nunca se involucró en problemas.
“No me imaginé estar preso, antes trabajaba y ahora estoy en una prueba que Dios me da. En Guápiles no estuve en un pabellón preferencial y permanecí en tres diferentes, la gente habla sin estar preso, siempre me cuidé para no delinquir, pero caí en una cárcel donde en un año tuve una riña a puñal con otro reo y por dicha no resulté herido”, comentó.
Brenes, recordó que conoció a Andrea en 2011, cuando él estaba en quinto año de colegio y ella en sétimo. En el 2016 iniciaron su noviazgo, desde ese momento él notó que Andrea era extremadamente celosa, le controlaba desde el uso del teléfono hasta la hora que llegaba a la casa.
El recluso, confesó a Extra que la madre de Andrea sabía cómo era ella: “me decía tranquilo, que era inmadura, que con el tiempo se le iba a quitar. La primera agresión se dio porque yo no le di la contraseña del celular, no quería bajarse del carro, se enojó y me pegó una cachetada. Me sentí mal y le dije que se bajara, duramos una semana sin hablar y la bloqueé de las redes sociales”.
“Yo la amaba con todo mi corazón, era hermosa, me encantaba, creía que los celos eran normales”, confesó.
De acuerdo con el privado de libertad, los celos de Andrea nunca siempre estuvieron presentes, incluso el día de su boda.
“Después que terminó la ceremonia una de sus amigas me pidió más repostería, le di y cuando se iba llegó Andrea, empezó a gritarme que si me gustaba ella, la suegra se metió y le dijo que no hiciera el papel en la boda. En la luna de miel pasamos cuatro días en la habitación porque si salíamos me decía que yo veía mujeres, preferí quedarme, todo lo pedíamos al cuarto”, indicó.
En abril del 2017, Marvin, decidió abandonar la casa: “me grababa las conversaciones y yo no sabía, me decía que no podía dormir sin hacer el amor y me indisponía. Se me mandaba a arañarme y golpearme, se me tiraba encima, yo la agarraba de las manos para detener el golpe y como era tan blanca le quedaba marcado, agarraba el teléfono y se tomaba fotos de las marcas”.
Andrea, tenía un grupo en WhatsApp llamado “Maniáticas” con las que compartía las fotos que se tomaba de las supuestas agresiones: “me decía que se iba a cagar en mi vida”, rememoró.
Brenes, contó que tanto él como su esposa consumían marihuana, pero luego del nacimiento de su hija abandonaron esa práctica además señaló que su ex quería morirse porque fue abusada sexualmente por su padre a los 6 años.
Brenes y Fernández, mantenían una relación que tachaba en lo tóxico, las agresiones y los conflictos eran habituales. Un 25 de diciembre, Andrea llamó a Marvin para invitarlo a ver a la bebé de ambos en casa de ella, cuando él llegó con los regalos tuvieron un enfrentamiento que culminó con una tentativa de femicidio.
“Cuando llegué con los regalos me dijo que con cuál mujer andaba y los regalos los tiró al suelo. La bebé estaba dormida, le di un beso y cuando me iba me dijo que era un mal padre, se montó al carro y no quería bajarse, me dijo que tenía que hablar, fuimos a la sala de la casa, cerró la puerta, me puso cara de loca y me mandó un derechazo, me tiró una patada por los testículos y se me tiró encima”, expresó.
Brenes, añadió que tomó a Andrea para que no se fuera, pero ella agarró una imagen de la Santa Cena y le pegó en la frente.
“El golpe me mareó, empezó a bajar sangre, llamé al 911, bajaron los suegros y me ven lleno de sangre. Andrea se agarró la muñeca y el papá me dijo que era un irresponsable. Cuando me voy llamaron a la Fuerza Pública y dijeron que la agarré del pelo, que la tiré al suelo, que la arrastré que le arranqué las extensiones, que le pegué y en el hospital dijeron que presentaba únicamente enrojecimiento en las muñecas, no tenía marcas en el cuello”, recalcó.
Otra pelea que Brenes recuerda fue cuando le expresó a su pareja que era más maduro que ella.
“Se me tiró encima mientras estaba sentado, caímos los dos al sueño, me arañó el cuello. Se levanta y coge 30 pastillas, un jarabe para la tos de la bebé, una caja de plaquitas para matar zancudos, se mete al cuarto y se encierra diciendo que se iba a matar”, recordó el recluso.
No podía abrir la puerta, le dije que abriera pero no quiso, me echo para atrás y le pegué una patada a la puerta, despedacé las venillas, estaba por tomarse las pastillas, le agarré todo, salí, boté las pastillas, llamé a la mamá y le conté lo sucedido, relató.
Luego de que Marvin cortara la llamada, sintió un golpe, seguido de un reclamo, indicándole que no involucrara a sus padres en los problemas.
“Me fui al cuarto a sacar a la bebé de la cuna, Andrea estaba en la puerta con una piedra, con cara de loca me dice que ponga a la bebé en la silla de comer, forcejeamos, le quito la piedra, en eso llegaron los papás, tenía mi cuello en carne viva, les enseñé lo que se iba a tomar”, aseguró.
Marvin, afirma que no se ve cumpliendo la totalidad de la condena, que en su caso son 50 años de prisión.