Joven indígena cabécar camina dos días por la montaña y conquista la Carrera Cerro Chirripó
Una hazaña de resistencia y determinación
El pasado sábado se llevó a cabo una nueva edición de la Carrera Internacional Cerro Chirripó, un evento que reúne a cientos de corredores dispuestos a desafiar uno de los terrenos más exigentes de Costa Rica. Sin embargo, más allá de los tiempos y los podios, la historia más inspiradora la protagonizó Estela Obando, una joven de 14 años perteneciente a la comunidad cabécar.
La atleta, que tuvo que caminar dos días a través de la montaña para llegar al punto de salida, no solo participó en la competencia, sino que se consagró como bicampeona de la categoría femenina de 12 kilómetros.
Una travesía de dos días para alcanzar la meta
Obando es originaria de Sitio Hilda, una comunidad indígena ubicada en una zona remota de Talamanca. Para poder competir, emprendió una caminata de 48 horas por senderos agrestes hasta alcanzar el punto de inicio de la carrera.
Este esfuerzo titánico no fue en vano, ya que la joven corredora logró mejorar su propio tiempo de la edición anterior, registrando 1 hora, 27 minutos y 25 segundos, en comparación con las 1 hora, 33 minutos y 9 segundos del año pasado.
Una promesa del atletismo de montaña
La victoria de Estela Obando en la categoría femenina de 12 kilómetros no solo la posiciona como una de las grandes promesas del atletismo de montaña en Costa Rica, sino que también resalta la resistencia, disciplina y espíritu de lucha que caracteriza a muchos jóvenes atletas de comunidades indígenas.
La Carrera Internacional Cerro Chirripó, que este año celebró su trigésima séptima edición, es reconocida por su exigente recorrido y su importancia en el calendario deportivo del país. Para muchos corredores, completar el trayecto es un logro en sí mismo, pero la historia de Estela demuestra que, más allá de la competencia, la verdadera victoria está en la perseverancia.
Una inspiración para nuevas generaciones
El caso de Estela Obando ha conmovido a la comunidad deportiva y ha servido como inspiración para muchos jóvenes que sueñan con destacar en el atletismo. Su determinación y amor por la competencia la han convertido en un ejemplo de superación, demostrando que no hay barreras cuando se tiene un objetivo claro.
Con apenas 14 años y dos títulos consecutivos en su categoría, el futuro de esta joven promesa luce prometedor. Su historia es un recordatorio de que el talento y la pasión pueden florecer incluso en las condiciones más adversas.