¿Cuántas veces el Morera Soto se convirtió en el escenario de celebraciones ajenas?
El Estadio Alejandro Morera Soto, conocido como la «Catedral del Fútbol Costarricense», ha sido testigo de incontables batallas épicas. Sin embargo, para Alajuelense, este recinto no siempre ha sido garantía de triunfos. En al menos ocho ocasiones, el estadio rojinegro ha quedado en silencio, transformándose en el salón de festejos de equipos rivales que levantaron títulos en su césped.
Finales amargas para Alajuelense
La historia de derrotas en casa comenzó en 1985, cuando Herediano se coronó campeón tras vencer en los juegos de ida y vuelta por la mínima diferencia. Apenas un año después, Puntarenas también hizo historia al empatar 1-1 en el Alejandro Morera Soto y asegurar la copa gracias a su victoria 2-1 en el duelo de ida disputado en el Lito Pérez.
Saprissa, el eterno rival, protagonizó varias de estas celebraciones. En la temporada 1993-1994, el «Monstruo» alzó la copa pese a perder 2-1 en la vuelta, ya que había asegurado un triunfo 2-0 en La Cueva. Los morados repitieron la hazaña en 1998 y, en torneos cortos, se impusieron nuevamente en el Verano 2008 y el Invierno 2015, dejando un amargo recuerdo en la afición liguista.
Derrotas recientes bajo el mando de Carevic y Rudé
En tiempos más recientes, la Liga sufrió reveses significativos en su propia casa. En el Apertura 2019, durante el Centenario del club, Herediano se llevó el título al vencer en tanda de penales.
Otro golpe histórico llegó en el Clausura 2022, cuando Cartaginés rompió una sequía de 81 años sin títulos. Alajuelense, dirigido por Albert Rudé, no pudo revertir la serie y vio a los brumosos alzar la copa en su propio estadio.
Una nueva oportunidad para revertir la historia
Este viernes, Alajuelense enfrentará a Herediano en el segundo juego de la gran final del Apertura 2024. La serie está en contra, con un marcador global de 2-0, pero el equipo rojinegro tiene una última oportunidad para cambiar la narrativa y evitar que su estadio vuelva a convertirse en el escenario de una celebración rival.